Alerta para no caer en las redes del llamado ‘sad phishing’: los mensajes lastimeros que pueden difundir algunos famosos o influencers, que en muchos casos ocultan una estrategia comercial.
Es el día a día en redes, airear emociones para tenernos embobados. Parece que, en esa estrategia, la tristeza vende más que las risas.
Primero vienen las lágrimas, lo hizo Bella Hadid para hablar de su depresión, cuando atrapó a cuantos pudo, lanzó el remedio, una bebida que prometía euforia y armonía.
Es lo que se llama Sad Fishing, dar pena para pescar, sumar seguidores y engordar la cuenta corriente. Lo ha hecho la actriz Selena Gómez antes de lanzar su app "Wondermind", también Kendall Jenner, del clan Kardashian, lágrimas por su acné para después vendernos las cremas mágicas o la cantante Adele, confesión muy teatral, sin maquillaje, sin filtros para confesarnos que su show se cancelaba por culpa del Covid. Argumento falso para algunos que preferían apostar por una crisis sentimental.
El peligro en todo esto es que terminemos por no creernos nada ni a nadie.