El calentamiento global, tras los cambios de tiempo “radicales” de este verano
Agosto terminará con una bajada brusca de las temperaturas, debido a la entrada de una masa de aire frío "extraordinaria" para esta época
Este verano no sólo se han registrado olas de calor históricas, también importantes oscilaciones térmicas a la baja, poco habituales en estas fechas
Con el calentamiento de la atmósfera, los movimientos de masas de aire que intentan buscar un equilibrio térmico son "cada vez más intensos y violentos"
Este verano se cierra, de momento, con tres olas de calor extremo, de las que dos han pasado la historia. La primera, por temprana. La segunda, por larga, extrema y mortífera. Pero no sólo el calor ha sido anormal. Porque entre ola y ola se han producido episodios de bajada de las temperaturas más bruscos de lo habitual. ¿Es esto normal? ¿A qué puede atribuirse?
“La atmósfera terrestre funciona por un proceso de transferencia de energía. Si pasan muchas semanas de acumulación de calor, después se tiene que ajustar térmicamente y por eso se producen estas entradas de aire frío”, explica el climatólogo de la Universidad de Alicante Jorge Olcina. Entradas de aire frío como la que anuncia la AEMET a partir de este miércoles, que hará descender las temperaturas hasta 10 grados por debajo de lo habitual.
MÁS
“Esto entra dentro de lo que es la dinámica atmosférica. Lo que ocurre es que estos procesos son cada vez más intensos”, explica Olcina.
Bajada de los termómetros "extraordinaria" en verano
El mes de agosto va a terminar con una importante bajada de temperaturas. En concreto, entre 5 y 10 grados menos de lo habitual para estas fechas, según avisa la AEMET, bajando ya de los 30ºC en amplias zonas del país.
Este cambio de tiempo viene propiciado por la aproximación de una vaguada por el noroeste peninsular, procedente de Groenlandia, que contiene aire frío. Un fenómeno que afectará sobre todo al norte, centro y oeste peninsular, aunque no a Levante, y que la AEMET califica de "extraordinario" para esta época del año.
Y no es algo puntual. Llega después de otro gran descenso de las temperaturas, el registrado la semana pasada tras varios episodios de calor. Pero este ‘tiempo loco’ tiene una explicación.
El "equilibrio térmico", en juego
“La atmósfera terrestre está perdiendo regularidad térmica”, explica Olcina, que es catedrático de Geografía y responsable del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante. ¿Y eso qué significa? Que, debido al proceso de calentamiento global en que estamos inmersos, cada vez le es más difícil alcanzar el denominado “equilibrio térmico”. Es decir, cada vez es más difícil para la atmósfera mantener las temperaturas del planeta constantes en torno a los 15º de media.
“Como la atmósfera se está calentando continuamente, los movimientos de masas de aire que intentan buscar un equilibrio térmico son cada vez más intensos y más violentos. Y provocan cambios de tiempo muy radicales: pasamos de mucho calor a temperaturas anormalmente frescas en un intervalo de tiempo muy corto, en muy pocos días”.
Es lo que estaría sucediendo este verano. Pero es algo que se nota mucho también, señala Olcina, en los cambios de estación, “que ahora son más bruscos”. La explicación es la misma.
Una olla que se calienta continuamente
El climatólogo recurre a una metáfora para explicar lo que está ocurriendo. Imaginemos una olla. “Si la estás calentando continuamente, tienes siempre una fuente de calor que está alterando todo el sistema”. Ese calentamiento no cesa y a la olla le cuesta más regular su temperatura para mantenerla constante.
“Antes, la olla funcionaba solo con la radiación del sol y ahora, además de esa radiación natural, tienes gases de efecto invernadero que la están calentando artificialmente”, explica Olcina. Y por eso, los cambios de tiempo son cada vez más bruscos. “Los movimientos de masas de aire son cada vez más enérgicos y más intensos”, porque para la atmósfera –insiste- cada vez es más difícil alcanzar el equilibrio térmico.