El calor cambia nuestra forma de dormir: las noches tropicales llegan al norte y empiezan en mayo
El calor nocturno se dispara: "Las noches tropicales están aumentando en extensión, en frecuencia y en durabilidad"
Las noches con mínimas superiores a 20 grados se denominan “tropicales”; las que suben de 25, “ecuatoriales”
Cada vez se adelantan más, a mayo y junio, y suben más de latitud: "Países que no tenían, como los escandinavos, están llegando a registrarlas"
Noches tropicales. Cada vez hablamos más de ellas. Porque cada vez son más habituales. “Las noches cálidas en general, con temperaturas superiores a los 20 y 25 grados, están aumentando considerablemente. Nos fijamos más en las máximas que en las mínimas, pero las noches tropicales están aumentando en extensión, en frecuencia y en durabilidad”, advierte el meteorólogo de Meteored Francisco Martín.
Las que marcan mínimas superiores a 20 grados se denominan “tropicales”; aquellas en que los termómetros suben de 25 son las “ecuatoriales”. Y de las dos estamos teniendo más este verano, en varios puntos de la península.
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Noches de récord en Levante: un mar "tropical"
Las ciudades de Valencia y Alicante acaban de batir récords. Según los datos de la AEMET, la madrugada de este 26 de julio, Valencia registró nada menos que 27 grados. Fue la noche más cálida en esa ciudad desde que hay registros, es decir, 1938. La mínima del 27 de julio en Alicante no se queda corta: 26,4 grados. La más cálida en un mes de julio en esa ciudad.
Y al ser ciudades costeras, hay que añadir algo más: la humedad. Porque, al medir las temperaturas, “no se tiene en cuenta la humedad. Puede ocurrir que un sitio tenga 18 grados de mínima, y con la humedad, la sensación térmica aumente hasta los 22 o 23 grados. Eso ocurre en el Mediterráneo”, apunta Martín. Así que súmenle unos cuantos grados más a esas mínimas nocturnas, y la sensación térmica ya pulverizaría todos los récords.
En Levante se está notando, además, que "el mar es un mar más cálido”, añade el meteorólogo en referencia al Mediterráneo. Este verano, sus aguas están batiendo récords de temperatura también. Ya se denomina “mar tropical”, de hecho. Es el que más se está calentando en todo el planeta, según advierte WWF, como consecuencia del cambio climático.
El ambientólogo David Salesa explica, en Twitter, que "su ritmo actual de calentamiento (últimos 46 años) no tiene precedentes a escala del Holoceno" (últimos 11750 años).
"Tener un mar más tropical tiene un efecto sobre las temperaturas”, advertía hace unos días el climatólogo Jorge Olcina. “Aumenta las noches tropicales. Aquellas en que los termómetros no bajan de los 20 grados, se disparan”.
Porque siempre hablamos mucho de récords en temperaturas máximas, pero las mínimas, las temperaturas nocturnas, están siendo sofocantes en muchos puntos. No hay más que echar un vistazo a Twitter para encontrar muchas quejas similares a esta.
Las noches tropicales se adelantan
“Cada vez tenemos más noches tropicales y cada vez se adelantan más, a mayo y junio”, advierte Martín. La primera ola de calor de este verano, la de mediados de junio, es buen ejemplo de ello. Dejó mínimas que marcaron máximos históricos. Tropicales y ecuatoriales.
En el madrileño parque del Retiro, por ejemplo, se batieron récords desde que hay registros: 26,6 grados llegó a registrar de temperatura mínima.
No sólo eso. En algunos casos, esas mínimas ni siquiera se registraron de madrugada, que es lo habitual (entre las 5 y las 7 de la mañana), sino a las 9 de la mañana.
¿Calor nocturno en Galicia y el Cantábrico?
Y lo que queda de verano no será mejor. La nueva ola de calor que iniciamos este fin de semana viene con más noches tropicales y ecuatoriales, por encima de los 20 o 25 grados. Y además, las veremos en lugares poco acostumbrados a ello. Según la previsión de la AEMET, las mínimas subirán en toda España. Primero en la mitad sur y la costa de Levante. Después, a partir del martes 2 de agosto, ya de forma generalizada.
En Madrid, Jaén o Barcelona se prevén noches con termómetros que no bajarán de los 25 grados. Pero también en el norte. Podrían registrarse noches tropicales, por encima de los 20 grados, en ciudades tan poco habituadas a ello como Santander. “Van a subir las máximas y las mínimas, sobre todo en Galicia y el Cantábrico, donde no están muy acostumbrados”, avisa Martín.
Con el cambio climático, puede que las tradicionales noches del norte, con jersey en la calle y colcha en la cama, empiecen a pasar a la historia. “Las noches tropicales se están dando en sitios donde tradicionalmente no se daban. Pero es lo que toca, tenemos que adaptarnos a lo que se nos viene encima, porque esto es imparable”, advierte el meteorólogo en referencia al calentamiento global.
Efecto del cambio climático
Porque las noches tropicales no son un fenómeno aislado, están aumentando en todo el mundo. “Están aumentando y están subiendo de latitud. Países que no tenían, como los escandinavos, están llegando a registrarlas”, explica el meteorólogo. ¿Por qué? “Porque, a veces, les llega viento del sur de origen africano, o incluso de la península, que hace que las temperaturas suban de 20 grados por las noches en esas latitudes”.
Y esto “se puede explicar perfectamente con el cambio climático: la temperatura global está aumentando, y particularmente las mínimas”, advierte Martín. Ese aumento de las mínimas en verano es especialmente pronunciado en las ciudades, que se convierten en lo que se denomina "isla de calor urbana".
Calor y trastornos del sueño
Todo esto tiene un efecto en nuestra calidad del sueño, claro. Y como consecuencia de ello, en nuestra salud. Porque la temperatura ideal para dormir es la que oscila entre los 18 y los 21 grados. En noches tórridas como las que estamos viviendo, son muchos los que no consiguen conciliar el sueño. ¿Qué consecuencias puede tener?
No dormir bien, ni las horas suficientes, hace que nuestro organismo sea más propenso a ciertas enfermedades, como cáncer, demencia o trastornos cardíacos. Siete horas de sueño es lo óptimo, a partir de los 40 años, y en las noches tropicales no es fácil sumarlas. No dormirlas aumenta el deterioro cognitivo y los trastornos de salud, pero no sólo la física. También la mental. Por cada grado que aumentan las temperaturas, aumenta un 2,2% la mortalidad relacionada con temas de salud mental. El calor afecta, y mucho, a nuestro cerebro.
Se ha estudiado cómo afecta el calor nocturno a la mortalidad, y se ha visto que se eleva nada menos que un 16% en España cuanto mayor es su intensidad. Lo advertía en NIUS, hace ahora un año, el climatólogo Dominic Royé.
Este investigador y profesor en la Universidad de Santiago de Compostela coordinó un estudio internacional, que se publicó en julio del año pasado, en el que analizaron el impacto de las noches tropicales en la mortalidad por causa respiratoria o cardiovascular en el sur de Europa. Según Royé, las noches tropicales producen un "estrés térmico prolongado, al impedir que el cuerpo descanse y se recupere del estrés térmico sufrido por el día".