Los tatuajes con tinta de color pueden contener componentes muy perjudiciales para la salud. Por eso, la Unión Europea decidió regular las sustancias que se pueden o no utilizar y ha prohibido unas cuatro mil. Ahora es el resultado depende más del ingenio de los tatuadores.
Desde los más discretos, hasta quienes no se dejan atrás ni un recoveco, la mayoría apunta al clásico que nunca falla: la tinta negra. pero hay quien va más allá y busca colores y formas imposibles.
Lo que nadie pensaba es que sumarle color supondría restarle seguridad.
Según un estudio reciente, los pigmentos de esas tintas se utilizan para la coloración de gomas, aluminios o textiles, incluyen sustancias químicas que pueden causar reacciones alérgicas, inflamatorias o en casos extremos, cáncer.
Algunas de hecho ya están prohibidas en Europa y por eso los tatuadores se ven obligados a buscar alternativas más naturales.
Pero no para todos los colores existen sustitutos, es el caso del azul y el verde. Ahora sí, hay que pensárselo dos veces antes de tatuarse.