Tres personas continúan ingresadas en estado grave tras el incidente del tren de Renfe que se vio atrapado y rodeado por las llamas del incendio de Bejís, en Castellón. La que más preocupa es una mujer de 62 años que sufrió graves quemaduras y tuvo que ser trasladada en helicóptero hasta el hospital La Fe de Valencia. Se encuentra intubada e inconsciente.
Por su parte, otras dos mujeres más también se encuentran en estado grave, y un hombre y una menor se encuentran con pronóstico moderado; todos ellos ingresados en La Fe, mientras una sexta paciente se encuentra en el Hospital General de Valencia con una fractura de tobillo.
Quienes sí han recibido en alta han sido los dos bomberos que resultaron heridos en la intervención, los cuales fueron atendidos también en el hospital de La Fe.
Los pasajeros del tren, que cubría el trayecto entre Valencia y Zaragoza, se vieron sorprendidos por las llamas cuando se encontraban a la altura del apeadero de Troás-Bejis. Fue entonces cuando el fuego que rodeaba el convoy desató el pánico, provocando que algunos de los viajeros decidiesen romper los cristales y abandonarlo para iniciar una precipitada huida a pie; algo que resultó fatal para algunos, porque salir al exterior suponía alejarse de la protección que proporcionaba la propia estructura del tren, como indican los bomberos, explicando que en esos momentos la mejor solución era permanecer dentro mientras la maquinista realizaba las maniobras para invertir el sentido de la marcha y retroceder.
A ese respecto, ya está en marcha una investigación para dirimir responsabilidades y analizar lo ocurrido. En un principio, todo indicaba que la conductora actuó de forma “correcta y preventiva”, como señalaba el propio presidente de la Generalitat, Ximo Puig, a la espera del trabajo de los expertos. Sin embargo, ahora algunos testigos señalan que la maquinista también estaba desesperada, sin saber que hacer, presa de la tensión y el miedo del momento, esperando respuestas de sus superiores. De hecho, añaden que la imploraron que hiciese algo y abriese las puertas para que, quienes pudiesen correr para escapar, lo hiciesen. "Tenemos que salir porque si no nos ahogamos", cuenta una testigo que le dijeron. Tras ello, explica: "Ella es quien le da al botón rojo y abre la puerta".
Además, los testigos, que ahora se preguntan cómo el tren salió siquiera de la estación y cómo nadie actuó antes de que se viesen completamente rodeados por el fuego, aseguran que Renfe debía conocer la situación. De hecho, apuntan que ya antes de llegar al punto donde se desencadenó todo estaban advirtiendo humo y llamas considerables, temerosos de que cada vez se estuviesen acercando más al foco, y deseando que algo hiciese que lo rodeasen.
Mientras tanto, Renfe asegura de que “nadie avisó” de “posibles incidentes en la vía”, y recalcan que tampoco se notificó nada al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif). Ni sobre el estado de la zona ni del cambio “drástico” del incendio respecto a la mañana anterior.
"Ni Adif ni Renfe reciben notificación alguna de posible incidencia en la vía o de que la zona está en desalojo por parte de ningún organismo", subrayan, lamentando el incidente, que obligó a que un total de 11 personas recibiese asistencia sanitaria, de los “49 viajeros a bordo” que había en ese momento.
Según fuentes de Renfe citadas por Europa Press, "la primera comunicación que Adif recibe sobre complicaciones en la circulación por incendio” es de la propia maquinista, “que primero detecta humo y cenizas en la zona y luego la cercanía del incendio". Así, defienden que desde el comienzo ambas empresas procedieron de acuerdo a la normativa prevista. Adif y Renfe, reiteran, "han cumplido su protocolo interno, que recoge que la primera que tenga conocimiento, tanto de forma directa como indirecta, de alteraciones en las condiciones de circulación en la vía debe avisar a la otra para activar los mecanismos de prevención y actuación".
De acuerdo a las citadas fuentes, los hechos comenzaron poco antes de las 18:00 horas, cuando la maquinista "detuvo el vehículo porque observaba una intensa lluvia de cenizas y humo". Fue entonces cuando esta "se puso entonces en contacto con el Puesto de Mando Circulación (PM) para preguntar si había algún incendio en las proximidades". La respuesta que obtuvo de este es que "desconocía esa información tanto en ese momento como en el momento de la salida del tren desde València".
En ese escenario, en aplicación del protocolo, la maquinista informó de ello. "Durante la conversación, la maquinista observó que había llamas en las proximidades de la vía y comunicó que iba a cambiar de cabina y retroceder". Fue entonces cuando el Puesto de Mando de Circulación “autorizó su retroceso hasta la estación de Masadas Blancas”. Sin embargo, "ante la dificultad de los accesos a esta estación”, a la maquinista le indicaron “que continúe hasta la estación de Caudiel”, donde estarían “movilizadas las fuerzas de seguridad y servicios sanitarios".
Fue en ese momento cuando se desencadenaron las situaciones de “tensión y alarma”, justo en el proceso de cambio de cabina, porque varios pasajeros, según las fuentes de Renfe citadas por Europa Press, “quieren abandonar el tren y lo hacen a pesar de las advertencias de la maquinista de que no es seguro”.
Tras ello, "se activan los sistemas antiincendios y de freno automático al romper algunos pasajeros las ventanas de emergencia con los machos, y la maquinista debe rearmar el tren para reiniciar la marcha y retroceder"; hechos que, destacan, “retrasan el retroceso del tren”.
Pasadas las 18:20 horas, aseguran, la maquinista reanuda la marcha "con vista a recoger a las personas que van corriendo por las inmediaciones de la vía en dirección Caudiel, algunas de ellas con quemaduras de distinta consideración".
Sobre ello, Renfe insiste: no recibieron “notificación alguna de posible incidencia en la vía o de que la zona estaba en desalojo por parte de ningún organismo", y añaden: "Tampoco de que las condiciones del incendio cambiaron drásticamente respecto a la mañana, cuando un tren de Media Distancia de Renfe realizó el mismo recorrido (València-Zaragoza) sin detectar ninguna anomalía o complicación en la vía".