Después de cinco días angustiosos, la lluvia ha llegado para aliviar la situación en el incendio de la Vall d'Ebo, en Alicante (Comunidad Valenciana). El agua ha caído con mucha fuerza, como se ha podido comprobar desde un Puesto de Mando. Desde primera hora de esta tarde, los medios aéreos se han retirado por el granizo de un incendio que ha arrasado cerca de 11.500 hectáreas. Ya se ha conseguido estabilizar el perímetro.
La lluvia sigue cayendo, aunque de forma intermitente. Los medios aéreos han tenido que retirarse esta tarde ante la caída del granizo y el agua, dos factores que han ayudado mucho en las labores de extinción. Las llamas comienzan a estar controladas. El incendio podría darse mañana por estabilizado. Además, los vecinos de la zona de la Vall de Gallinera hoy ya pueden regresar a sus casas.
Antes de que llegara la lluvia sobre la comarca, las enormes llamaradas ponían en jaque a los equipos de extinción, al igual que ocurre en Castellón. En ocasiones, los bomberos acudían a la carrera para evitar que el fuego alcanzara núcleos urbanos como el de la localidad de Margarida. En la misma zona, los vecinos de los pueblos desalojados solo hallaban solidaridad en otros puntos como Balones.
Todos estaban pendientes de los cambios de viento, con la incertidumbre haciendo mella después de cinco días de lucha constante, durante el día y la noche, en un perímetro que no paraba de crecer hasta llegar a los 80 kilómetros. Una tragedia en uno de los pulmones de la provincia de Alicante. Confiando en que todo termine pronto.