Si eres de esas personas que se preguntan el por qué de cualquier cosa, seguro que alguna vez te has planteado por qué las ventanillas de los aviones tienen forma redondeada en lugar de cuadrada, como suele ser habitual en otras muchas construcciones. Lo cierto es que esta elección no es aleatoria ni responde a una cuestión estética: las ventanillas redondas, en el contexto de un vuelo, resultan mucho más seguras que las convencionales. De hecho, esta forma particular puede salvar vidas y pudo haber evitado más de un accidente en el pasado. Toma nota de por qué las ventanas de los aviones son redondas.
Viajar en avión se ha convertido en algo casi rutinario para muchos, y por eso es frecuente que normalicemos detalles sobre esta experiencia que, en un primer momento, podrían llamarnos la atención. Por ejemplo, ¿por qué las ventanillas de los aviones son redondas cuando habitualmente nos encontramos con formas angulosas? Tras este diseño se esconden motivos de seguridad.
No siempre ha sido así: durante décadas se fabricaron aviones con ventanas 'de toda la vida', pero varios accidentes llevaron a la industria a replantearse este tipo de diseño. El primero de ellos tuvo lugar en 1954, en un vuelo hacia Londres procedente de Roma. El avión se desintegró en el aire y se estrelló en el mar Mediterráneo. El segundo ocurrió pocos meses después en un modelo de similares características, en la misma zona, pero en un vuelo Londres-Johannesburgo.
Esta coincidencia llevó al periódico 'The Telegraph' a preguntarse cuáles fueron las causas de estos accidentes, llevando a cabo una investigación que determinó que la zona de las esquinas de las ventanas presentó en ambos casos numerosas grietas: la causa consiste en que, en un contexto de presión muy elevada, la rotura de la ventana se vuelve mucho más sencilla si existen esquinas. De hecho, según esta investigación, se concluyó que el 70 por ciento de la presión en el avión se concentraba en estos puntos.
Afortunadamente, la solución era relativamente sencilla: evitar este tipo de ángulos en el fuselaje del avión, permitiendo así que la presión se reparta de forma más homogénea a lo largo de toda la estructura y que lo cambios de presión se soporten de un modo más seguro y equilibrado. De esta forma es posible evitar accidentes.
Si estás pensando que este puede ser el mismo motivo por el que las ventanas de los barcos son redondas, estás en lo cierto. También este medio de transporte soporta altas presiones, a lo que se suma el hecho de que el material que se suele emplear en su construcción, el acero, es bastante rígido y resulta más débil en las aperturas y ángulos, corriendo mayor riesgo de romperse si se dan estas formas en su estructura.
Este es el motivo por el que los portillos u ojos de buey de los barcos tienen forma circular: gracias a este 'giro' en el diseño tradicional de ventanas, la presión y la fuerza ejercidas contra el barco se reparten de forma más equilibrada.