El incendio forestal que afecta desde hace unas 24 horas a la Vall d'Ebo en Alicante ha calcinado ya más de 3.500 hectáreas, según las últimas estimaciones, y ha obligado al desalojo de cerca de un millar de personas de los alrededores de Pego y de los núcleos de población de Alcalà de la Jovada, Benirrama y Beniali. En la zona trabajan alrededor de 200 profesionales de los servicios de extinción, así como personal de la UME, que fue movilizado ayer.
Los servicios de Emergencias de la Generalitat han solicitado el apoyo de la Cruz Roja para el montaje de un albergue de acogida -con capacidad inicial para unas 200 personas- en el que acoger a los desalojados, que están siendo derivados al Espai Veinal de esta localidad.
Igualmente, el Ayuntamiento de Pego ha hecho un llamamiento a la solidaridad de sus vecinos, para que acojan en la medida de sus posibilidades a aquellos desalojados que no tengan otras alternativas.
La complicada orografía de la zona, con varios valles paralelos y con algunos parajes inaccesibles para los medios terrestres, ha hecho necesaria la participación de cerca de una veintena de medios aéreos, algunos de los cuales han dejado durante unas horas la zona para desplazarse a otro de los incendios activos de la comunidad en Les Useres (Castellón).
Todos ellos se retirarán con la puesta del sol pero está previsto que vuelvan a la zona este lunes a primera hora.
Según ha informado el secretario autonómico de Emergencias, José María Ángel, la inestabilidad en la intensidad y dirección del viento ha sido una de las principales razones a la hora de ordenar los desalojos y la principal incertidumbre de cara a la próxima noche.
La Comunidad Valenciana hace frente en estos momentos a tres incendios forestales: en la Vall d'Ebo, Les Useres (Castellón) y Calles (Valencia), y ha solicitado la intervención de la UME en los dos primeros.