Una joven de 22 años ha muerto y varias decenas de personas han resultado heridas de diversa consideración al derrumbarse parte del escenario del festival Medusa, con unos 50 000 asistentes en Cullera (Valencia), a consecuencia de una fuerte ráfaga de viento por un reventón seco, un fenómeno común en estas fechas y que recuerda al que hace casi un año derribó una noria en Gandía.
De acuerdo con las primeras informaciones del instituto armado, por un fuerte golpe de viento tanto la entrada principal como el escenario principal del Medusa se precipitaron al suelo. Los agentes desalojaron el recinto del festival, tanto de personas como de vehículos, aunque no fue necesario evacuar la zona de acampada. Los usuarios de Twitter registraron lo ocurrido en vídeos que han publicado en la red social donde se puede ver la fuerte tormenta de arena que se desató.
El siniestro se ha registrado sobre las 4.18 horas de la madrugada del sábado. Hasta el lugar de los hechos, el Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU) ha desplazado a varios vehículos sanitarios para atender a los afectados. De estos, un joven de 22 años ha fallecido y varias personas han resultado heridas de diversa consideración. Todos ellos han sido trasladadas a los hospitales de Gandia, Alzira, La Fe y Clínico, estos dos últimos en la capital valenciana.
El número concreto de heridos se desconoce pues hubo muchos que se fueron en vehículos particulares a centros sanitarios, si bien el recuento oficial de la Conselleria de Sanidad cifra en 32 los trasladados en ambulancia a hospitales.
En este sentido, el Centro de Coordinación de Emergencias ha activado, a petición de la Conselleria de Sanidad, un teléfono de atención para familiares y personas afectadas por el accidente. Se trata del 900 365 112.
La organización del festival, que había confirmado en un comunicado que debido a inclemencias meteorológicas se había suspendido temporalmente su actividad y desalojó el recinto como medida preventiva para facilitar el trabajo a los servicios de emergencia y seguridad del festival, ha cancelado definitivamente el evento. La previsión era de 320 000 asistentes a lo largo de seis jornadas de actuaciones, conciertos y sesiones de DJ.
En un comunicado primer han achacado lo ocurrido a un "fenómeno meteorológico de características devastadoras hizo que algunas estructuras provocaran los inesperados hechos". "Hace unas horas, la localidad de Cullera y otras aledañas se han visto sorprendidas por inclemencias meteorológicas excepcionales que causaron diversos daños en la infraestructura de nuestro recinto. Hacia las 4 de la madrugada, un inesperado y violento vendaval asoló ciertas zonas del festival, obligando a esta dirección a tomar la decisión inmediata de desalojar el área de conciertos para garantizar la seguridad de los asistentes, trabajadores y artistas congregados", han señalado.
Por último, han trasladado sus condolencias por lo ocurrido. "Todo nuestro apoyo y cariño para los afectados en estos momentos tan duros y tristes. Nuestros pensamientos están en todo momento con ellos. La dirección del Medusa nos ponemos a su disposición en cuanto necesiten", concluyen.
Horas después, han publicado un segundo comunicado en el que han informado de que la organización de Medusa Festival ha decidido cancelar "definitivamente" el festival dado que "las adversas e inesperadas condiciones meteorológicas que se prevé sigan sucediendo a lo largo del día nos obligan moralmente, y por responsabilidad, a poner fin a nuestra edición 2022".
El equipo de policía judicial de la Guardia Civil, en coordinación con el juzgado de guardia de Sueca, ya ha hecho las primeras inspecciones oculares y ha abierto diligencias en relación a este suceso, del que no se ha recibido aún denuncia alguna.
Por su parte, el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños, durante su visita a Cuevas de Almanzora (Almería), ha señalado que "ahora lo que tienen que hacer las autoridades competentes es ver exactamente lo que ha ocurrido y ver si se tuvo que tomar alguna decisión que evitara lo que ocurrió. Creo que es el momento ahora de esperar, de que las autoridades competentes consigan la información que necesiten".
El Ayuntamiento de Cullera, que ha decretado dos días de luto oficial, asegura que el festival contaba con "todos los permisos y garantías administrativas", mientras que desde la Generalitat se señala que las medidas extraordinarias que se habían tomado antes del Medusa eran por la ola de calor -que mantiene este sábado a la Comunidad Valenciana en alerta roja- pues los "vientos huracanados" se esperaban en el interior, no en el litoral.
El recinto de conciertos, compuesto por cinco escenarios y con grandes atracciones complementarias, como una noria y carpas lúdicas, y un camping para 12 000 personas (que ha comenzado ya a vaciarse), está situado junto a un tramo de la playa de Cullera -uno de los municipios más turísticos del Mediterráneo español- próximo a la desembocadura del río Júcar.
El desalojo de las 50 000 personas que había allí cuando ocurrieron los derrumbes se produjo en unos 40 minutos, según la Guardia Civil, que había diseñado un dispositivo extraordinario de seguridad con 800 agentes (una veintena de ellos de paisano dentro del propio recinto) y una vigilancia especial ante los pinchazos que pudieran producirse o denunciarse.
"Fueron unas rachas de viento inesperadas, rápidas y virulentas. Breves pero intensas", ha detallado este sábado el capitán de la Guardia Civil de Sueca José Vicente Ruiz, quien ha calificado de éxito la evacuación del recinto del Medusa, una operación coordinada junto a la Policía Local, Protección Civil y la seguridad privada del festival.
En este sentido, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), durante la noche se han producido los llamados "reventones cálidos" con rachas muy fuertes de viento y bruscas subidas de temperatura en puntos de la Comunidad Valenciana. Este fenómeno ha provocado que, en el caso del aeropuerto Alicante-Elche, se haya alcanzado los 40,5 grados a las 3.00 horas, con viento de 82 km/h.
Por otro lado, en innumerables vídeos que circulan en redes sociales pueden verse escenas de pánico de los jóvenes cuando comenzaban a caer letreros y estructuras metálicas, así como el nerviosismo generalizado a la hora del desalojo entre críticas a la organización del festival por lo que parecía ser una endeble infraestructura para soportar episodios meteorológicos adversos, como el que se produjo.
"¡Esto no es el Medusa, es Jumanji!" fue uno de los gritos más coreados en esos minutos de incertidumbre, carreras, lágrimas y estupor ante lo que estaba ocurriendo, mientras las sirenas de las ambulancias tomaban el relevo a los ritmos electrónicos y "techno" que dominaban el ambiente del festival hasta ese momento.
Lo que prometía ser una fiesta sin fin de tres días en una enorme discoteca al aire libre para ver a artistas como David Guetta, Afrojack o Carl Cox, con estilos desde el "dance" hasta el reguetón y el "remember", se quedó en una tarde-noche de baile con grandes nombres como el de Steve Aoki, el DJ estadounidense-japonés que actuó siete horas antes de la tormenta.
Tras conocer lo ocurrido, diversas autoridades políticas han lamentado en Twitter lo ocurrido, entre ellos, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, quien ha destacado el "terrible accidente", y ha trasladado su "más sentido pésame" a la familia y amigos del joven fallecido.
"Un terrible accidente que nos conmociona a todos", ha indicado el jefe del Consell, que asegura que desde la Generalitat siguen "con atención la evolución de los heridos".