Son ya más de un centenar las denuncias realizadas por pinchazos en fiestas, discotecas o festivales, y la psicosis se extiende al tiempo en que crece también el miedo a la sumisión química. En Granada, una joven de 18 años ha tenido que recibir asistencia en el Hospital Santa Ana de Motril tras poner en conocimiento de la Policía Local de Almuñécar que había sido supuestamente pinchada en el recinto ferial sexitano, unos hechos por los que la Guardia Civil ha abierto una investigación por un supuesto delito leve de lesiones.
Los hechos denunciados se contextualizan a alrededor de las 18:30 horas del jueves en el recinto ferial de Almuñécar, donde la chica señala que, además de recibir el pinchazo, había un joven que había estado mirándola fíjamente entre la multitud.
Pese a no tener, aparentemente, síntomas derivados de estos hechos, como refiere Europa Press citando fuentes del Instituto Armado, tras recibir asistencia en el hospital a la joven se le practicó una prueba de orina que ha descartado que se le hubiera inyectado ninguna sustancia que pudiera someterla a sumisión química.
En total, en Granada, hasta el mediodía del jueves, los servicios sanitarios han contabilizado cuatro supuestos pinchazos en solo dos días, uno de ellos a un varón. Todos habían comunicado que sospechaban haber sido víctimas de esta práctica que no deja de provocar temor.
Tras la aparición de múltiples denuncias en distintas comunidades autónomas, el miedo se ha extendido entre las jóvenes después de que una nueva modalidad delictiva parezca haberse instalado en nuestro país.
Ante la situación, ahora el protocolo en toda España es buscar con rapidez qué sustancia se está inoculando. Todavía no se sabe qué es. Y no parece que las agujas empleadas sean aptas para inyectar drogas como el éxtasis.
Las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado han hablado ya con sus homólogos franceses o ingleses, porque el fenómeno viene de Francia. Allí detectaron 400 casos en 7 localidades. Nunca averiguaron para qué lo hacían, ni si les inyectaban bombas de insulina antihistamínicos o adrenalina. Eran hipótesis. No lograron saberlo. Tal y como creció, se diluyó. La práctica se disparó al levantar el confinamiento y el cierre de los bares. En Bélgica también sucedió, al igual que en Reino Unido, aunque allí, donde quizá había comenzado de verdad, el entorno en el que se produjeron los pinchazos era más reducido; fiestas privadas y violencia sexual. Sumisión química. En el país británico el caso llegó al Parlamento.
En este escenario, Maracena, en Granada, ha decidido poner taxis gratis para que las mujeres puedan regresar con seguridad a sus casas durante las fiestas. Será el Ayuntamiento el que corra con los gastos y el conductor velará para que la usuaria acceda a su domicilio en el curso de estas fiestas patronales, que tendrán lugar desde este viernes 12 hasta el 16 de agosto.