La lluvia de estrellas más famosa del año ya puede apreciarse en nuestros cielos: se trata de las Lágrimas de San Lorenzo o Las Perseidas, que hacen su aparición durante el mes de julio y agosto. Este año es posible disfrutar de este fenómeno desde aproximadamente el pasado 17 de julio hasta el 24 de agosto, si bien el punto álgido coincidirá con los días 11 al 13 de este mes. Eso sí, la Luna Llena del día 11 de agosto puede ponerlo más difícil para apreciar uno de los más importantes eventos del calendario astronómico de cada año.
En cuanto a cuál es la mejor forma de apreciar la lluvia de estrellas de las Lágrimas de San Lorenzo o Las Perseidas, lo mejor es acudir a una zona de montaña con la menor contaminación lumínica posible, aunque este año la Luna Llena nos impedirá apreciar este fenómeno como se merece. Para identificar Las Perseidas, puedes tomar como referencia Casiopea, aunque lo normal sea que no necesites mirar hacia un punto concreto del cielo para apreciarla.
Las Perseidas se ha convertido en la lluvia de meteoros más señalada del año, y su nombre popular en nuestro país es el de Lágrimas de San Lorenzo precisamente porque se asocia este fenómeno a las lágrimas que vertió San Lorenzo al ser quemado en una parrilla.
Por su parte, el nombre de Perseidas tiene que ver con la constelación de Perseo: según la mitología griega, Acrisio, rey de la ciudad de Argos, conoció a través de un oráculo que moriría a manos de su propio nieto. Para evitarlo, encerró a su única hija, la ninfa Dánae, en una torre de bronce para que no pudiera tener jamás contacto con un hombre ni engendrar, por tanto, al futuro asesino de su padre. Pero Zeus ("padre de los dioses y los hombres", que gobierna a los dioses del Olimpo), encaprichado con Dánae, decidió hacer cumplir el destino de Acrisio penetrando en la torre de bronce en forma de lluvia de oro. De este encuentro nació Perseo.
En realidad, las Perseidas son granos de polvo de pequeño tamaño procedentes del cometa Swift-Tuttle, que deja atrás una estela de 'escombros' en su viaje alrededor del Sol. Algunos fragmentos quedan atrapados en el campo gravitatorio de la Tierra y se cuelan en la atmósfera a gran velocidad (entre 10 y 50 kilómetros por segundo).
Es precisamente esta elevada velocidad la que provoca que se calienten con la fricción con el gas de la atmósfera, haciéndolas brillar y desintegrándolas. Las estelas, pequeñas a nuestros ojos, en realidad pueden alcanzar grandes longitudes. El resultado es un cometa de polvo brillante que es apreciado y disfrutado por miles de personas en todo el mundo cada verano.
Además, aunque las fechas más importantes para apreciar esta lluvia de estrellas rondan el 10 de agosto, el periodo de actividad de las Perseidas es largo: con suerte, puedes disfrutar de este fenómeno cada año desde mediados del mes de julio y hasta finales del mes de agosto. El hecho de que este fenómeno tenga lugar durante el verano en el hemisferio norte ayuda a su visualización, ya que los cielos suelen ser más claros en estos meses.