La condena de Kote Cabezudo por abusos, pornografía infantil y otros delitos ha abierto una puerta sus víctimas. Izaskun Acosta fue una de las jóvenes abusadas que ahora tras 26 años de silencio ha decidido contar lo que sufrió siendo una adolescente menor de edad en el estudio del conocido fotógrafo.
Izascum Acosta fue incapaz de contar los abusos sexuales que sufrió por parte del fotógrafo Kote Cabezudo. Solo tenía 16 años cuando acudió a una supuesta sesión de fotos que terminó arruinándole la vida y destrozando su ingenuidad.
Es la única víctima de Kote Cabezudo que se atrevió a declarar en el juicio mirándole a los ojos por todo el tiempo que pasó intentado olvidar los abusos sexuales que sufrió a manos del famoso fotógrafo.
Izaskun bloqueó su angustia durante años hasta que vio que el fotógrafo, que abusó de ella, seguía violando y abusando sin freno de otras jóvenes impunemente, amparado en su fama y su trabajo artístico.
La mujer, que ahora ha contado públicamente el horror de los abusos sufridos a manos de Kote Cabezudo se sumó a la denuncia, aun sabiendo que su caso estaba prescrito . Las acusaciones le pidieron 2.627 años, la fiscalía 250 años. La sentencia ha sido de 28 años de cárcel.
Todo comenzó cuando otro fotógrafo Mario Díez hizo público, el 8 de marzo un vídeo que se hizo viral. En él, anunció que representaba a ocho mujeres que habían decidido denunciar a Cabezudo por delitos como estafa, injurias, abusos sexuales, violación de menores y pornografía infantil. Izaskun lo vio y decidió sumarse junto a otra docena de mujeres, también abusadas por Cabezudo.
La mujer, que huyó de la pesadilla vivida y se instaló en Madrid ha revelado cómo Cabezudo fue subiendo de tono, desde tocarle los pezones hasta que traspasó la barrera a la violación.
Izaskun calló todo este tiempo porque pensó que nadie iba a creerla. Nadie iba a creer sus palabras contra un famoso fotógrafo hombre de 43 años. Ahora sí ha podido hacerlo, al menos para ponerse frente al abusador y mirarlo a los ojos, porque después de ella hubo más víctimas y Cabezudo terminó comercializando con fotos y vídeos en páginas web de muchas jóvenes de las que también abusó sexualmente.