Después de tres días de infierno el incendio que en la tarde del viernes se declaró en el término municipal de Santa Cruz del Valle (350 habitantes), al sur de Ávila, continúa activo tras haber arrasado 1.000 hectáreas en el Valle del Tiétar, y otros dos fuegos de menor importancia siguen activos en León.
Aunque el delegado territorial de la Junta en Ávila, José Francisco Hernández, señalaba esta mañana que se trataba del primer día de "balance positivo", después de una noche de duro trabajo por parte del operativo, ha precisado que el fuego "no está controlado ni estabilizado".
En el mismo sentido se ha expresado el jefe de jornada del operativo, Carlos Mendiguchía, quien se ha mostrado "relativamente optimista" después de que el contrafuego realizado entre los municipios de Pedro Bernardo y Lanzahíta haya dado sus frutos y tras proceder previamente a última hora del domingo al desalojo de la urbanización "El picadero".
Ha explicado que la situación ha mejorado y no hay casi foco activo, aunque ha optado por la prudencia ante la posibilidad de reproducciones de la llama como consecuencia de las elevadas temperaturas y la orografía.
En su relato de lo sucedido desde el pasado viernes, Mendiguchía ha hablado de "tres jornadas de infierno", en las que el "descomunal trabajo" del amplio operativo desplegado en la zona sur de Ávila no lograba controlar el incendio, al reavivarse las llamas con focos secundarios cuando el monte "escupía piñas".
"Esto afecta a la moral" del medio millar de trabajadores que están volcados en el control de este incendio que, si continúa la evolución como se prevé y sin sobresaltos, no estaría controlado antes de una semana, para lo cual es preciso crear "perímetros seguros hasta que se enfríe".
Con el frente del fuego a unos 5 kilómetros del municipio de Pedro Bernardo y sin riesgo de que las llamas lleguen hasta el núcleo de población, los desalojados de una urbanización cercana al fuego seguirán sin retornar como medida preventiva y para facilitar la aplicación de técnicas de contrafuego que realiza el operativo en las inmediaciones.
A una distancia similar se encuentran las llamas de los otros cascos urbanos más próximos: Santa Cruz del Valle, San Esteban del Valle y Lanzahíta.
Hernández y Mendiguchía han coincidido en que las elevadas temperaturas, de entre 37 y 38 grados al sur de la provincia de Ávila, y la posibilidad de que sople el viento hacen necesario que el operativo se mantenga activo y alerta para prevenir reproducciones.
El delegado territorial ha apelado a la prudencia a la hora de acometer la extinción, dadas las cambiantes condiciones que se encuentran los profesionales, y ha puesto el ejemplo de esta pasada noche, cuando un grupo de unos treinta miembros del operativo se vieron "sitiados" por las llamas, aunque no hubo heridos.
La Junta de Castilla y León mantiene la estimación de cerca de 1.000 hectáreas de monte arrasadas, aunque se trata de estudios preliminares que se concretarán cuando los técnicos puedan trabajar sobre el terreno para delimitar la superficie.
Además, la provincia de León mantiene este lunes dos fuegos activos en las localidades de Boca de Huérgano declarado de nivel 1, en una escala de 0 a 3 de menor a mayor intensidad, ante la previsión de que se requieran más de doce horas para su control o pueda necesitar de medidas de protección a la población, y otro en Selga de Ordás, que evoluciona favorablemente.
El incendio de Boca de Huérgano, cuyas causas se investigan, se inició el domingo a las 15:00 horas y en su extinción trabajaban ayer tres agentes medioambientales, un celador, cinco helicópteros, dos aviones, cuatro brigadas helitransportadas y dos cuadrillas de tierra.
El fuego de Selga de Ordás es el último registrado en la provincia y en el mismo trabajan distintos medios de extinción y su evolución es buena.