Si hace tan solo tres días era un jabalí el que protagonizaba escenas de tensión en el centro de Cadaqués después de atacar una niña de 10 años y provocarle una herida profunda en su pierna, ahora nuevamente es otro animal el que se ha erigido como protagonista de un suceso acontecido en Cartagena, en pleno núcleo urbano. Se trata de una cabra que andaba suelta por la autovía de Murcia y que llegó a adentrarse en la ciudad hasta ser el foco de toda la tención de los transeúntes, quienes no podían dar crédito de lo que estaba sucediendo en plena calle Mayor, persecución policial incluida.
Todo comenzó durante la noche de este miércoles, a alrededor de las 21:00 horas, cuando de pronto los vecinos y turistas del lugar vieron a la cabra corriendo a gran velocidad entre todos los presentes. Tras él, como si de una extraña película se tratase, varias dotaciones de la Policía Nacional le perseguían intentando alcanzarle.
Entre los transeúntes, las sirenas y los agentes, el animal emprendía una huida que comenzaría instantes antes desde la mismísima autovía de Murcia, por donde terminó adentrándose en la ciudad a través del paseo Alfonso XII, tal como explica el medio La Verdad, relatando que para entonces la policía ya había recibido el aviso de que, en efecto… una cabra andaba suelta.
En su ya mediático periplo, el mamífero, que también sufrió la persecución de algunos ciudadanos, llegó incluso a ‘asaltar’ una joyería, a la que entró, probablemente preso del miedo, ante la sorpresa de los siete clientes que allí se encontraban en ese momento.
Según ha confesado la dueña al citado medio, la cabra entro tan rápido que casi no la vieron aparecer, y afortunadamente nadie salió herido, aunque sí que reventó un cristal con sus “grandes” cuernos.
Su televisada huida, registrada por varias personas en sus teléfonos móviles y difundidas en las redes sociales, no obstante, no quedó ahí. Tras entrar en la joyería se coló al aseo de un establecimiento, momento que los agentes aprovecharon para encerrarla allí y llamar a unos pastores para que, en colaboración con la policía, se hiciesen cargo del animal.
Para entonces, la expectación era máxima y una gran aglomeración de gente se congregaba en la zona esperando para ver el desenlace de la inesperada escena.
Finalmente, después de que lo custodiaran cuatro agentes, que incluso portaban escudos antidisturbios, como cita La Verdad, los pastores acudieron y se hicieron cargo de la cabra después de atarle las patas con una cuerda.