España continúa combatiendo los terribles incendios que se han desencadenado en los últimos días en plena ola de calor. Luchando contra las llamas en las condiciones más adversas, bomberos, Agentes Medioambientales y brigadistas, junto a otros especialistas, intentan frenar, contra reloj, el avance del fuego. Lo hacen en condiciones precarias y en circunstancias extremas, como denuncian desde el BRIF de Laza (Brigadas de Refuerzo de Incendios Forestales), en Ourense, donde los incendios están causando estragos.
En un vídeo que resulta asfixiante solo con verlo, la cuenta @BrifLaza ha compartido a través de las redes sociales las imágenes de una de las actuaciones de los bomberos forestales en el incendio de Pradoalbar de Vilariño. En él, se aprecia cómo los efectivos desplegados en la zona, encogidos y acurrucados sobre un terreno ennegrecido, realizan una maniobra para intentar respirar aire más limpio en esos momentos dominados por el intenso humo.
La publicación, destinada a compartir el día a día de los bomberos y mostrar a qué se están enfrentando en el incendio de Pradoalbar, @BirfLaza clama por una mejora de las condiciones en las que trabajan y se juegan la vida: “Hablamos y mejoramos o nos va a hacer lo que nos hizo cuando fuimos a darlo todo a Filomena, que primero, mientras trabajábamos, eran todo buenas palabras, y luego fue a todo que no”, denuncia, dirigiéndose al presidente de Tragsa, Jesús Casas Grande.
La ola de incendios desatada desde el pasado jueves continúa extendiéndose sin control en Galicia y las llamas ya han arrasado más de 30.000 hectáreas en solo una semana. Los dos fuegos principales están en O Courel (Lugo) y Valdeorras (Ourense), con cifras históricas por encima de las 10.000 hectáreas calcinadas. Además, según las últimas cifras ofrecidas por la Xunta de Galicia, hay otros tres incendios que superan las 1.000 hectáreas arrasadas: el de Folgoso do Courel iniciado en la parroquia de Saceda, en Lugo; el de Vilariño de Conso, afectando a la parroquia de Pradoalbar (Oursene); y el de Oímbra, también en Ourense, que entró desde Portugal.
En total, en Lugo han ardido más de 12.000 hectáreas y en Ourense más de 17.500. El resto son cerca de 300 hectáreas en la de Pontevedra. Los que más preocupan, el de Folgoso do Courel-A Pobra de Brollón, –resultado de la unión de cuatro focos previos–, y el originado en Carballeda de Valdeorras, Ourense, que ya se extiende hacia León con afectación al Parque Natural da Serra da Enciña da Lastra. Ambos mantienen el nivel 2 por la proximidad a las viviendas.
En los últimos días, de hecho, más de 1.400 vecinos han sufrido evacuaciones y desalojos en sus viviendas, como en O Courel y Valdeorras, aunque la mayoría ya ha podido regresar. Se calcula, no obstante, que puede haber 85 inmuebles quemados.
En la parroquia de Pradoalbar, según los últimos datos de la Xunta, ya son 5.500 las hectáreas arrasadas, y el fuego afecta al Parque Natural del Invernadeiro.