Tenerife tampoco escapa a la sucesión de incendios que sacuden a España en plena ola de calor. La imagen se repite: durante toda la noche, trabajos contra reloj de los efectivos de emergencias para intentar contener el fuego; una compleja tarea en la que han estado involucrados más de un centenar de efectivos, trabajando sin descanso para frenar las llamas desatadas al norte de la isla, las cuales han obligado a desalojar a casi un centenar de personas.
Entre los evacuados están 60 niños de un campamento de verano, en peligro ante el avance del fuego en dos frentes. Las llamas han calcinado unas 110 hectáreas de monte bajo en una zona complicada y de muy difícil acceso, mientras militares de la Unidad Militar de Emergencias (UME) se han sumado a las labores de extinción y se ha establecido un perímetro de cinco kilómetros.
Durante la madrugada, las temperaturas han bajado ligeramente y ha cesado el viento, aunque no ha bajado la humedad y los expertos ven muy difícil que el incendio pueda quedar estabilizado a lo largo de este viernes.
El fuego se originó durante la mañana del jueves en la zona de Los Campeches, en Los Realejos, y ha llegado a San Juan de la Rambla, aproximándose al municipio de La Guancha.
Las llamas avanzaron “rápidamente” hacia el oeste generando complicaciones en el flanco derecho debido a que hay muchos barrancos y fincas abandonadas permitían que el fuego “se alimentase” con facilidad, en palabras de la jefa del Servicio de Protección Civil y Atención de Emergencias del Gobierno de Canarias, Montserrat Román, que durante la pasada noche daba una rueda de prensa ante los medios.
Durante la madrugada, se han desplegado, además del centenar de efectivos, drones con cámara termográfica que han ayudado en el establecimiento del perímetro.
Con el día, a la operación se suman diez medios aéreos del dispositivo, nueve helicópteros y el Air Tractor con líquido retardante.
En total, hay 31 personas desalojadas en San Juan de la Rambla, además de los niños desalojados del campamento por precaución.
El presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, precisaba anoche que el incendio "no está controlado" porque la temperatura es alta y la humedad baja, con la ventaja en esta ocasión de que el viento no sopla con mucha intensidad.