Es el tema de conversación en las calles: la ola de calor está siendo terrible, con temperaturas extremas que han multiplicado el riesgo de incendios y que han dejado ya un reguero de muertes por esta causa.
La situación, dramática, no solo afecta a una España en llamas, con miles de hectáreas calcinadas, sino también a otras regiones del mundo, como Reino Unido, donde permanecen en alerta roja después de que, por primera vez en su historia, se declarase la emergencia nacional por la ola de calor.
En estas circunstancias, los incendios han encontrado la chispa perfecta para sumir multitud de regiones bajo el fuego. La mejor imagen de ello la proporciona el llamado sistema FIRMS, acrónimo de Fire Information for Resource Management System, una herramienta accesible vía web en la que podemos tener rápidamente un vistazo de todas las anomalías térmicas que se están produciendo en el planeta, incluyendo así los incendios.
Bajo el dominio de la NASA, que proporcionó fondos a la Universidad de Maryland para su desarrollo en 2007, esta herramienta ofrece un mapa mundial con información recogida por los satélites Aqua, Terra, S-NPP y NOAA 20.
Creada para ayudar a proporcionar información clave que contribuya a dar respuestas más rápidas y eficaces por parte de los distintos organismos competentes, permite configurar alertas por correo electrónico y seguir la evolución de un incendio en cualquier parte del mundo.
Para registrar la información, emplean MODIS, un espectro radiómetro de imágenes de resolución moderada, y VIIRS, radiómetros de imágenes infrarrojas visibles), y en un plazo de tres horas los datos son volcados a FIRMS.
La utilidad de FIRMS es indudable, pero no es un sistema perfecto. Fundamentalmente, lo que hace es registrar anomalías térmicas, lo que quiere decir que no solo se registran los incendios en el mapa. También en él pueden aparecer señaladas anomalías provocadas por otros factores como determinadas explotaciones agrícolas, fuentes de humo o la actividad volcánica. Ello quiere decir que cabe discriminar entre las fuentes de calor detectadas, al tiempo en que también las nubes pueden presentarse como un obstáculo para los satélites en momentos puntuales.
Atendiendo a la interfaz del mapa, FIRMS, que cuenta con un modo básico y otro avanzado que aporta mayor información a lo largo del tiempo, muestra en rojo los puntos con anomalías térmicas. Un cuadro rojo representa un foco, y en el caso de los datos de MODIS, equivale a una superficie de 1 kilómetro por 1 kilómetro, mientras en el de VIIRS a 375 metros por 375 metros, atendiendo a la información aportada por la propia web.
La herramienta, a su vez, permite obtener más información al hacer click con el ratón sobre los puntos, mostrando a través de qué sistema se han recabado los datos, la latitud y la longitud de la ubicación, así como el momento en que se ha adquirido toda la información, el nivel de brillo detectado por el satélite y el margen de confianza del punto detectado, dado que la propia herramienta, nada más entrar en la web, deja claro de forma muy explícita que las anomalías térmicas activas detectadas por los satélites tienen una “precisión limitada”.
En la actualidad, en el mapa de FIRMS se aprecia claramente cómo el mayor foco concentrado en España es el que se ubica en Losacio, Zamora, donde los incendios han obligado ya al desalojo de 6.000 vecinos de 32 localidades, dejando dos muertos, entre ellos un brigadista, y más de una decena de heridos por quemaduras e inhalación de humo.
Fuera de nuestras fronteras, en el mapa destaca la situación de África central y sur, con una enorme mancha roja.