El trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es uno de los trastornos neurobiológicos más comunes en la infancia. Afecta a 1 de cada 10 niños y la detección temprana es vital para el éxito de un tratamiento que debe dirigirse no solo al menor, sino también a su familia y entorno escolar. El TDHA es el responsable de muchos casos de fracaso escolar.
Los niños con trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) muchas veces son incapaces de obtener buenas notas, sin una ayuda específica.
Juan Ramos, coordinador del área educativa Anhida Coruña nos explica hoy en el Día internacional de este trastorno que el TDAH es la combinación de tres síntomas, que pueden aparecer juntos o por separado: inatención, hiperactividad y la impulsividad.
“Estos síntomas pueden dar lugar a distintos perfiles. En conductas del día a día esto se traduce en pequeñas cosas como perder la cartera, no apuntar los deberes, estudiar y no tener resultados en los exámenes, hablar atropelladamente o emitir conductas sin tener en cuenta las consecuencias que eso puede tener”, comenta Ramos.
El tratamiento más eficaz es el multimodal, que es aquel que engloba no solo al niño, sino también a la familia, las personas que le rodean y al centro educativo.
“Estos chicos están acostumbrados a dedicar mucho tiempo a estudiar y obtienen malos resultados. Unas simples adaptaciones metodológicas facilitan que su esfuerzo se vea recompensado en las notas finales”, explica el experto.
Una detección temprana es de vital importancia para el éxito del tratamiento.