La lluvia ha sido clave para luchar contra el incendio que ya ha arrasado 1.300 hectáreas en Venta del Moro, en Valencia. Ahora mismo ya no hay llama y esta noche varios drones han sobrevolado la zona para detectar puntos calientes. El fuego, que se reavivó con fuerza cuando ya se creía estabilizado, ha mantenido en vilo durante casi dos días a los vecinos de la zona.
Las altas temperaturas y el viento de poniente ha reavivado un fuego que había sido estabilizado tras una intensa jornada de lucha contra las llamas en la Venta del Moro.
A lo largo del día de ayer la situación de este incendio en el límite de la Comunidad Valenciana con Cuenca fue mejorando. Aún así, los rayos preocupaban. De hecho, los bomberos creen que el incendio se originó por un rayo.
Las llamas han afectado a 40 kilómetros con masa forestal con mucho barranco. Aunque no ha habido desalojos ordenados por las autoridades, muchas familias decidieron dejar sus casas con lo puesto por miedo a las llamas, que se quedaron a las puertas.
Muchos vecinos están molestos porque aseguran que se podía haber evitado que se quemaran los alrededores de la aldea. Algunos han perdido sus cultivos y tractores.
Hasta 30 medios aéreos y 500 efectivos, junto con la UME, siguen su lucha contra las llamas en la Venta del Moro.