El uso de un dron y la rápida intervención de los efectivos de emergencia y rescate han sido fundamentales para salvar la vida de un menor de 14 años que estuvo a punto de morir ahogado entre las olas.
En las imágenes, compartidas bajo el sello del Ayuntamiento de Sagunto, –que fue pionero en apostar por este tipo de tecnología para sumarlas al Servicio de Salvamento y Socorrismo del municipio–, se aprecia la fuerza de un mar embravecido mientras el joven, incapaz de salir, es engullido una y otra vez por las olas.
Pese a los intentos del adolescente por salir a flote y acercarse a la playa, las condiciones sumamente adversas derivaron en una agónica situación que fue atajada con la providencial llegada del dron, que, situándose sobre el joven, dejó caer un chaleco salvavidas, fundamental para el rescate.
Tras unos instantes que elevan la tensión con solo verlos, un equipo de socorristas se aproximó hasta él para, finalmente, lograr salvarle.
El suceso ocurrió recientemente en las playas de Sagunto, Valencia, y muestra una vez más que un uso correcto de la tecnología puede dar enormes resultados y de incalculable valor.
En declaraciones ante las cámaras de Informativos Telecinco, Alejandro Gil, socorrista de la playa que tuvo que actuar en el momento de los hechos, ha contado cómo fue esos instantes en los que consiguieron unos "segunditos extra" gracias a la intervención del dispositivo.
"Salió primero el dron, tras dar yo el aviso. Sirve de baliza. El patrón y yo sacamos la embarcación y ya fuimos directos hacia la señalización. Cuando llegamos, el niño estaba cogido al chaleco que desprende el dron, que es una buena herramienta, porque nos dio un margen, unos segunditos extra. Enseguida llegamos y había otra víctima. Había dos: el niño y otra niña. Como el niño estaba abrazado al chaleco hinchable, decidimos coger primero a la niña, que no tenía ningún soporte. La extrajimos. Mientras el patrón sacaba con la embarcación a la niña, yo decidí quedarme con el niño, porque no tenía ningún tipo de ayuda. Después vino a recogerme otra vez y sacamos al niño", ha contado, explicando que "la valoración" que realizaron para sacar a la niña primero en esas condiciones fue que "estaba consciente y en plenas facultades para cogerse a la moto según las indicaciones que le diéramos". El otro menor, indica, "tenía mucha más dificultad". "Se veía que había tragado agua. Ya estaba un poco convaleciente", ha expresado, señalando que el uso del dron es bueno para ellos porque concede "un margen" de respuesta al "soltar el hinchable da una flotabilidad a la víctima".
"Además, a nosotros nos sirve como punto de referencia para llegar más rápido, porque sí que es capaz de localizar rápido a la víctima" cuando ellos a veces tienen malas condiciones de visibilidad, ya sea por oleaje o por hundimiento de la víctima.
En la misma línea, Miguel Ángel Pedrero García, piloto de dron que intervino en la operación, ha explicado que decidió "tirar el chaleco al menor que estaba más alejado de la costa, que era el que en peor situación estaba".
"Así les daba un poco más de tiempo a mis compañeros socorristas mientras rescataban a la primera víctima. Con ese tiempo, pudimos rescatar en un tiempo récord a dos víctimas", ha explicado, indicando que "el niño ya presentaba dificultad para mantenerse a flote" y "además, había olas muy grandes y en muchas ocasiones le estaban tapando ya la cabeza".
Dramático fue, en cambio, el suceso ocurrido el fin de semana en Tarragona, donde un menor murió ahogado pese a los intentos por reanimarlo. En este caso, sucedió en una piscina municipal de verano en Móra d’Ebre. El menor estaba de paso con su familia por la localidad cuando se produjo la tragedia.
Pese a los esfuerzos del Servei d'Emergències Mèdiques (SEM), no pudieron hacer nada por salvarle, tal como comunicaba el Ayuntamiento de la localidad, que decretó dos días de luto.