Ha pasado medio año desde que a finales de diciembre se dio por concluida la erupción del volcán de Cumbre Vieja, en La Palma. Seis meses después, muchas ayudas siguen sin llegar y hay miles de personas que no pueden volver a sus casas y negocios, no solo por la lava que arrastró cientos de viviendas, sino por los gases que impiden que aún se pueda recuperar la normalidad en la turística localidad de Puerto Naos.
“La Palma es uno de los destinos turísticos favoritos para este verano, pero se encuentran aquí con un problema. Estos que tengo a mi espalda es Puerto Naos, el principal núcleo turístico de la isla. Ahora mismo se encuentra todavía en zona de exclusión por la alta concentración de gases”, ha informado María Gutierrez desde Puerto Naos.
“Para que se hagan una idea, hay cerca de 5000 camas hoteleras bloqueadas, todas las viviendas desalojadas y cerca de 200 negocios de hostelería y turismo que están totalmente abandonados”, ha agregado.
“Por eso, los empresarios piden ahora ayuda porque dicen que sus negocios no se los ha llevado el volcán. Siguen en pie, pero no pueden llegar a ellos. Siguen teniendo gastos y no reciben ayudas. Además, no saben cuándo van a poder volver ni tampoco en qué estado se lo van a encontrar”, ha dicho desde el corazón turístico de La Palma.
“Algunos techos se están empezando ya a caer, las infraestructuras están sufriendo”, señala uno de los empresarios. Otra, añade que en el caso del suyo ya “está dañado, podrido y en mal estado”. En la misma situación está otra mujer con “los falsos techos en el suelo, todo deteriorado”.
Insisten en que no tienen ingresos pero “los recibos siguen llegando”. “Precisamente hoy, llegó un recibo de mantenimiento, pero ¡por Dios, un recibo de mantenimiento de qué!”, se quejaba un hombre.
Los hosteleros piden un plan específico para su situación ya que sus negocios siguen en pie y no pueden acogerse a las ayudas: “Nos encontramos en un vacío en el cual no somos ni damnificados ni somos digamos personas que podamos acogernos a ayudas”. “Te vas quedando sin nada, ya te quedas que cada vez te desesperas más”, lamentaba uno.
Esta es solo una pequeña parte del gran trabajo que queda por hacer para la reconstrucción de la isla. Cerca de 2 000 personas no han podido volver a sus casas casi 10 meses después de la erupción del volcán.