Una vecina de de Gestalgar, municipio de Valencia, descubrió el cadáver calcinado de una persona tras sofocar una pequeña hoguera en un paraje de este municipio de la comarca de los Serranos.
El macabro hallazgo tuvo lugar sobre las ocho y media de la mañana del pasado miércoles cuando la joven paseaba con su perro por la zona de recreo de Peña María junto a la central de Iberdrola. Según publica el periódico Las Provincias , la Guardia Civil investiga si el cuerpo fue quemado para destruir las pruebas de un crimen y sospecha que los restos óseos son de una mujer.
La mujer que encontró el cadáver, observó a una pequeña columna de humo y se acercó de inmediato y logró apagar el fuego con agua que cogió con un plástico en un canal del río Turia. Segundos después, la joven halló varios huesos calcinados y separados, al parecer, del cadáver de una mujer, según una primera estimación del forense, junto a varios troncos quemados.
La vecina de Gestalgar se quedó perpleja por la gravedad del asunto y llamó por teléfono a su madre, la teniente de alcalde de Gestalgar, para comunicarle lo que había encontrado. La autoridad municipal acudió entonces al cuartel de la Guardia Civil para avisar del hallazgo casual del cuerpo calcinado, y una patrulla del instituto armado se desplazó al lugar donde se encontraba la hoguera con los restos óseos todavía humeantes.
Tras confirmar que alguien acababa de quemar el cadáver de una persona, los agentes de la Guardia Civil informaron del suceso al juez de guardia de Llíria, que acudió al paraje para iniciar y supervisar el protocolo de levantamiento de restos humanos.
Dos agentes del Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Llíria también se desplazaron al lugar e inspeccionaron de forma minuciosa los huesos y los restos de la hoguera. Los agentes buscaron huellas, pisadas y otros vestigios criminales, identificaron a la joven que había encontrado el cuerpo quemado y realizaron una batida en la zona.
El Grupo de Homicidios de la Guardia Civil de Valencia se ha hecho cargo de la investigación y ha comenzado a revisar la base de datos de Personas Desaparecidas y Restos Humanos (PDyRH), un registro donde se vuelca la información relativa a estos casos y al que están conectados todos los cuerpos de seguridad del Estado y las policías autonómicas.
Tras la minuciosa inspección que realizaron los agentes de la Guardia Civil de Llíria y dos especialistas en investigación de incendios, los restos humanos fueron trasladados al Instituto de Medicinal Legal de Valencia, donde serán analizados por los especialistas de la Unidad de Antropología y Odontología Forense.
Los especialistas de la Guardia Civil hallaron pequeños trozos de ropa quemada y restos de un líquido acelerante que habría sido utilizado por el autor o los autores del crimen para avivar las llamas, destruir pruebas y calcinar el cuerpo antes de que abandonaran el lugar.
Sin embargo, los agentes no encontraron ningún recipiente o garrafa en la hoguera, aunque tomaron muestras de las cenizas para analizarlas en el laboratorio del Servicio de Criminalística con el objeto de determinar los materiales que combustionaron, además del cadáver y varios troncos de árboles. El paraje donde quemaron el cuerpo se encuentra situado a unos tres kilómetros del pueblo. Algunos senderistas frecuentan el lugar y caminan por un sendero cercano cuando se dirigen a la fuente del Morenillo o la zona de recreo de Peña María, pero muy pocos vecinos visitan el paraje en verano.
La joven que descubrió el cadáver no vio a ningún sospechoso mientras paseaba con su perro, por lo que todo parece indicar que el individuo o los individuos que quemaron el cuerpo ya habían abandonado el lugar. El macabro hallazgo ha causado una gran alarma en Gestalgar, un pueblo con cerca de 600 habitantes que tiene un cuartel de la Guardia Civil y un alguacil que realiza funciones de policía municipal.