Una de las dos únicas futbolistas trans federadas en nuestro país ha tenido que decir basta. Valentina Berr, a sus 29 años, renuncia a su carrera deportiva por salud mental.
Sentarse en el banquillo nunca había sido tan duro para Valentina, quien antes de cumplir la treintena dice adiós al fútbol para cuidarse. "Ha sido un basta que ni siquiera he decidido yo, ha sido un hasta aquí. No aguanto", reconoce la exjugadora del club Esportiu Europa.
Berr rompió barreras al convertirse en la primera futbolista trans de Cataluña. Tanto sus compañeras como las rivales siempre le han tratado como una más. Y desde su equipo le han dado todo el apoyo posible, destaca Núria Pi, una de las directivas.
Sin embargo, Valentina denuncia una violencia estructural durante toda su carrera: "Desde instituciones, medios de comunicación y gente que se dedica a acosar a personas que se salen de la norma".
Sobre todo, cuando una transexual destaca o gana títulos. "Han insinuado en un artículo que se hablaba de mí que algunas mujeres trans éramos señores que se disfrazaban de mujeres para poner en peligro a las niñas que estaban en los vestuarios", lamenta.
Berr asegura que se necesita más formación y normativas menos restrictivas y quiere que las nuevas generaciones se encuentren un camino menos hostil.
Cuatros años después, se despide de su pasión, el fútbol, pero no de su lucha.