Aunque la nueva ordenanza de playas entró en vigor el verano pasado, es ahora cuando las medidas han causado sorpresa en Portugal. La polémica normativa prevé multas para los que decidan orinar en los arenales de Vigo, se está comentando con gran estupor en los medios de comunicación del país luso.
No son las únicas multas que sorprenden en las playas, pero esta ha causado un especial impacto entre los habitantes del norte que suelen eligen las arenales de Vigo (Samil es uno de los clásicos, pero no el único) para disfrutar de los días de buen tiempo. Una vez superadas todas las restricciones por culpa de la pandemia, el turismo portugués se recupera y parece que ha llegado para ellos el momento de preocuparse por la nueva normativa municipal.
La advertencia de que la ciudad más poblada de Galicia va a comenzar a multar a los bañistas que sean descubiertos haciendo sus necesidades fisiológicas en el mar ha causado un gran revuelo. La medida sanitaria suscita todo tipo de bromas y polémicas. Los medios reflejan que, de las muchas normativas, hay una en especial que «está ganando destaque», ya que el Ayuntamiento vigués prevé sanciones que llegan hasta los 750 euros para quien orine tanto en la arena como en el mar. Entre las preguntas más compartidas está la de cómo y quién identificará al que orine en el agua. «Aún no se sabe», dicen periódicos lusos que avisan a su audiencia: «Se fores para aqueles lados nas tuas férias de verao, atençao a donde vais urinar. Fazer xixi no mar ou na praia vai dar multa».
La ordenanza local considera que orinar en la playa es un falta de tipo leve y, como alternativa, ofrece servicios públicos repartidos en los arenales que cuentan con bandera azul, con el objetivo de que los bañistas hagan uso de ellos.
Otras infracciones de carácter leve es no depositar los residuos en los contenedores o haciéndolo directamente en la arena o en el mar, tirar cualquier tipo de residuo a la arena o agua como colillas, restos de comida o de frutos secos. Tampoco se pueden abandonar restos de la pesca, como cebos, anzuelos y demás aparejos, permanecer o bañarse en aquellas zonas delimitadas para la entrada y salida de las embarcaciones o usar de manera indebida el agua de las duchas, lavapiés o aseos, así como asearse en el mar utilizando jabones.
En todo caso, hay otros incumplimientos que son más graves que las de orinar en las playas de la ciudad que están sancionadas con multas de hasta 1.500 euros. Por ejemplo, las embarcaciones de recreo no pueden salir de las zonas señalizadas ni se debe abandonar en el arenal cualquier tipo de elementos voluminosos, tales como neveras, sillas o parasoles. Bañarse con la bandera roja izada también está considerado como una infracción grave, del mismo modo que acampar, utilizar parrillas o encender hogueras, utilizar bombonas de gas o cualquier otro líquido inflamable.
Mientras tanto, el Concello no tiene potestad sancionadora para impedir que se fume en los arenales. No obstante, la playa de Samil ha sido declarada libre de humo, por lo que se aconseja a los usuarios que se abstengan de encender cigarrillos en este espacio. Sí pueden ser multados en el caso de que sean pillados tirando las colillas a la arena o al mar.