Agentes de la Policía Nacional pertenecientes al Grupo de Homicidios de Sevilla han concluido la investigación sobre el crimen de la mujer de nacionalidad boliviana identificada como Virginia G.T., de 51 años, a manos de su expareja, Alfredo G.C., de 50 años y la misma nacionalidad, para quien ha sido decretada prisión provisional comunicada y sin fianza como presunto autor de los hechos.
Tras la denuncia que interpuso la hermana de la víctima el pasado día 4 de mayo, el grupo de Homicidios de la Policía Nacional empezó a sospechar de la expareja de la fallecida, quien fue condenado en 2020 por malos tratos sobre ella.
El grupo de Homicidios de Sevilla, tras la interposición de la denuncia, realizó las primeras indagaciones, observando evidencias que indicaban que la desaparición de Virginia G.T. no era voluntaria, llamando la atención entre otros aspectos, que la víctima era una persona que llevaba trabajando en España durante más de 15 años, residente legal; y que además se trataba de una persona sumamente cumplidora con su trabajo, siendo bastante extraño que hubiera desaparecido sin dar explicaciones y retirando gran cantidad de dinero.
Por otro lado, su expareja y un grupo de amigos que se encontraban de fiesta en el domicilio de la calle Agata en la madrugada del día 25 de abril se mostraron poco colaboradores con la Policía, sin aportar datos que condujeran a esclarecer la desaparición de Virginia, siendo desde esta fecha cuando se pierde cualquier rastro de la víctima.
En la declaración que prestó inicialmente su expareja sobre la desaparición, manifestó que su relación sentimental con Virginia había terminado y que ella se había marchado con otro hombre, dejando abierta la posibilidad de que esta última persona fuera el posible autor de los hechos.
Según las investigaciones, el detenido tuvo una discusión con la víctima la madrugada del día 25, siendo en el transcurso de la misma, cuando acabó con su vida causándole la muerte por asfixia. No fue hasta la noche del mismo día 25, cuando el arrestado en solitario y utilizando una carretilla, sacó el cadáver de la finada, trasladándolo envuelto en unas bolsas de plástico hasta una zona de cañaverales del Guadalquivir situada entre el Puente del Alamillo y el Parque de San Jerónimo, relativamente cerca del domicilio y desde donde era imposible visualizar el cuerpo.
Ese mismo día 25, antes de deshacerse del cadáver, el presunto autor de los hechos se fue deshaciendo de los enseres de su expareja, mientras el cadáver aún permanecía en su domicilio, dando varios viajes a contenedores próximos.
En su declaración a la Policía Nacional, Algredo G.C. confeso la autoría del crimen y condujo a los agentes hasta unos cañaverales del río Guadalquivir, cerca del barrio de San Jerónimo, donde se había desecho del cadáver, pesando sobre él una condena previa por malos tratos sobre la víctima y acogiéndose a su derecho a no declarar al comparecer ante el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número tres.
También fueron detenidas por encubrimiento otras dos mujeres de origen sudamericano de 43 y 49 años, que tras prestar declaración en dependencias policiales fueron puestas en libertad con cargos con la obligación de comparecer ante la Autoridad Judicial.
Al detenido se le han intervenido 5.250 euros extraídos de la cuenta bancaria de la víctima y varios dispositivos electrónicos y teléfonos. Se le imputan los delitos de homicidio, estafa, violencia de género y por último otro contra la integridad moral, habiéndose decretado su ingreso en prisión, comunicada y sin fianza.