Alberto Pérez tiene 39 años. Siempre soñó con estudiar administración y dirección de empresas y el sueño se va a cumplir. Porque ha logrado un 8,26 en selectividad, donde parecía el padre de todos, según ha confesado en La Voz de Galicia. Ya contó cómo se enfrentaba a la EBAU en Informativos Telecinco. Su condición de trabajador activo y padre de familia le obligará a compaginar ocupaciones, pero ADE puede hacerla a distancia. Si finalmente no apuesta por Filología Clásica, que no parece.
Alberto trabaja en una fábrica de conservas en Ribeira. La suya sí es una historia de superación. Su excelente nota en bachillerato, matrícula de honor, le convenció para acceder a la prueba. Ahí, con la chavalería. Alberto es cocinero de profesión, está casado y tiene un hijo, pero eso no le ha impedido volver a hincar los codos, un "sacrificio para mejorar", como él mismo describe. Trabaja de 6 de la mañana a 3 de la tarde, y ha estudiado incluso en los descansos del trabajo. Sus compañeros solo tienen elogios para él, que no descansa buscándose un futuro mejor.
No sobran elogios para este hombre, con matrícula de honor en el instituto al que va hasta las 10 de la noche. Al final, ha merecido la pena.