Denuncian a un empresario por torturar a animales para vender su sangre
La Fiscalía se ha querellado contra el empresario que sometía a animales a prácticas "crueles" para vender su sangre
Los agentes de la Guardia Civil ha liberado a 240 animales que estaban en pésimas condiciones
Entre los animales liberados destacan perros de raza galgo, conejos y gatos
La Guardia Civil liberó a 240 animales, principalmente perros de raza galgo, conejos y gatos que se encontraban en pésimas condiciones, en la finca en la que presuntamente un empresario los sacrificaba para vender después su sangre a clínicas veterinarias y hospitales de toda España.
Según ha informado este jueves la Comandancia de Madrid de la Guardia Civil, junto a este empresario, investigado por la Fiscalía, fue detenido otro hombre de origen marroquí que era el encargado de la finca, ubicada en la localidad madrileña de Humanes y que también participaba en las extracciones de sangre.
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Allí, según pudieron constatar los agentes del Área de Investigación de Arroyomolinos, recibían animales entregados tanto por propietarios que no deseaban continuar cuidando de ellos como por protectoras que delegaban su cargo.
La Fiscalía de Medio Ambiente de Móstoles-Fuenlabrada ha presentado una querella contra L.M.V.F., el empresario que presuntamente extraía sangre a estos animales con prácticas "dolorosas y crueles", hasta causarles la muerte.
Según los investigadores, carecía de cualquier tipo de titulación y para obtener mayores cantidades de fluido pinchaba a los animales directamente sobre el ventrículo izquierdo del corazón, provocándoles la muerte por shock hipovolémico.
Los cadáveres eran congelados y posteriormente incinerados en un crematorio de Yuncos (Toledo), donde, entre los meses de abril y mayo de 2022, la Fiscalía ha contabilizado 60 cuerpos cuya muerte se debe a la extracción de sangre: 27 perros, 29 gatos, tres conejos y un hurón.
Los agentes también encontraron en la finca de Humanes el laboratorio en el que se realizaban las extracciones, donde se incautaron numerosas bolsas de plasma listas para su distribución.
El propósito de estas prácticas, según el Ministerio Público, era vender la sangre principalmente a clínicas veterinarias de la Comunidad de Madrid, a un precio de 80 euros por 400 mililitros en el caso de los perros, y 85 euros por 40 mililitros si se trataba de sangre de gato.
Como la demanda fue en aumento, destaca la Fiscalía, llegó a ofrecer sus servicios de hemoterapia a toda España y a otros países europeos como Italia, Bélgica, Francia y Portugal.
Durante la investigación, se confirmó que el querellado figuraba como administrador único de la mercantil Centro de Transfusiones Veterinario S.L. y como presidente de la Asociación de Hematología y Homeopatía Animal, encargada de la certificación de los laboratorios de hematología y de los bancos de sangre de los asociados.
El centro fue inaugurado en 2006 con el objeto de producir concentrados de hematíes y plasma que hasta entonces solo se podía realizar en el Banco de Sangre, aunque limitado a hacerlo bajo la tutela de la Comunidad de Madrid.
El empresario también promocionaba el centro en una página web y se presentaba como un referente en la comercialización de sangre animal, aunque no consta registro, ni autorizaciones, ni licencias a nombre dicha mercantil, por lo que durante años desempeñó su actividad "en la más absoluta clandestinidad".