En la primera sesión del juicio de Jorge Ignacio Palma por la muerte de Marta Calvo, de otras dos mujeres y por intoxicar con cocaína a otras y violar a otras ocho, las abogadas de las acusaciones particulares lo dibujaron ante el jurado popular como un monstruo. Si la madre de Marta Clavo no lo hubiera destapado -han dicho- habría habido muchas más víctimas.
La abogada de la familia de una de las fallecidas, Isabel Carricondo, dijo que el acusado, Jorge Ignacio Palma, no buscaba sexo, “lo que realmente quería era drograrlas y verlas agonizar. Elegía mujeres como quien juega a la ruleta rusa. Llevaba la fiesta blanca hasta donde a él le daba la gana”.
Según la letrada de la acusación Jorge Ignacio Palma sabía perfectamente “lo que hacía, de con quién lo hacía y de cómo lo hacía” como demostrarán en el juicio los informes forenses.
El letrado Juan Carlos Navarro, que representa a ocho de las víctimas –dos de ellas mortales– reivindicó el carácter feminicida del acusado, “bajo el convencimiento de que al ser prostitutas podía hacer lo que le diera la gana con ellas”.
La abogada de la madre de Marta Calvo, Pilar Jové, advirtió que ella fue la “víctima cero”, ya que si su madre, Marisol, no se hubiera presentado en casa de Jorge Ignacio Palma habría habido muchas otras víctimas.
“La peor pena que puede tener un padre es perder a un hijo, pero el peor castigo es no poder enterrarlo”, dijo Jové. Marisol, la madre de Marta Calvo, ya dijo ayer antes del juicio que espera que el acusado diga dónde está su hija, ya que no cree que la descuartizara como él confesó a la Policía.
Hoy declara en el juicio contra Jorge Ignacio Palma la primera víctima, una mujer colombiana de 37 años con la que quedó en un piso de Valencia. Ella es cronológicamente la primera de las ocho víctimas del acusado de la muerte de Marta Calvo y otras dos mujeres a las que introdujo cocaína en la vagina.
El acusado metió a esta mujer una cantidad indeterminada de cocaína en la vagina sin que ella se percatara. Como consecuencia, sufrió un malestar generalizado, aceleración del pulso y ardor en sus partes íntimas hasta que logró extraerse la droga. La mujer acabó en el Hospital Arnau de Vilanova, donde le detectaron cocaína en sangre.
Después declararán tres policías, que investigaron este hecho, y dos peritos, los doctores Juan Carlos Couto y Santiago Rincón, forenses del Instituto de Medicina Legal de Valencia. Ellos abordaran los efectos que pueden tener sobre las personas la introducción de cocaína por los órganos genitales.