El empeño de Olivia Mandle, de solo 15 años, es acabar con los delfinarios que existen en España. Para esta joven barcelonesa, elegida "mini-heroína" por el prestigioso Instituto Jane Goodall, esos recintos no cumplen ningúna función educativa y obliga unos animales tan sociales como los delfines a malvivir lejos de su hábitat, el mar. "No se merecen estar en una cárcel toda su vida, solo para que nosotros disfrutemos de nuestro ocio comiendo palomitas", señala.
Cuando mira el hogar natural de los delfines piensa en la condena en la que algunos viven. Por eso, ha hecho de la causa su guerra personal. La principal lucha de Olivia, a sus 15 años, es acabar con los delfinarios en todo el país.
España concentra 11 de los 30 delfinarios del continente, convirtiéndose, a su juicio en "la mayor cárcel de delfines de Europa", manifiesta. Y, además, la sexta del mundo, solo por detrás de países como China o Rusia, algo que califica como "una vergüenza". Unas cifras que se traducen en que en nuestro país están el 55% de los delfines en cautiverio. Un auténtico calvario para cualquier ser vivio y más, para ellos, los delfines, que son tan sociales.
Cada gesto, cada plástico recogido, cada charla o conferencia cuenta para mantener los mares limpios y respetar el habitat de estos animales, donde deben estar.
Olivia no dejará de luchar. Es nuestra Greta Thunberg española, activista, concienciadora. LLeva 116.472 firmas recogidas en Change.org dirigidas a Pedro Sánchez, con un único fin: que los cetáceos más inteligentes del planeta solo salten en libertad.