Puede resultar paradójico, pero los objetos pensados específicamente para limpiar, también se ensucian. Es el caso de la lavadora, un electrodoméstico diseñado específicamente para mantener nuestra ropa limpia que, sin embargo, puede terminar provocando el efecto contrario si no llevamos a cabo un mantenimiento adecuado. En nuestra mano está que así sea y usarla de una forma que proporcione el mayor ahorro posible. ¿De dónde salen los malos olores de la lavadora? ¿Qué ocurre dentro de la lavadora cuando no la estamos utilizando y de qué manera podemos eliminar la suciedad que pueda generarse en su interior? ¿Dónde se suelen esconder exactamente los residuos? ¿Cómo quitar el mal olor de la lavadora manteniéndola limpia por ?dentro?
Una de las causas más frecuentes de suciedad en la lavadora es la acumulación de suciedad en la goma de la puerta. Por insignificantes que parezcan, estos pequeños recovecos pueden convertirse en un verdadero nido de bacterias. Además, cuando lavamos siempre con agua fría estamos dando a las bacterias vía libre para reproducirse: un lavado con alta temperatura de vez en cuando puede ayudar a eliminar el mal olor.
En cualquier caso, es recomendable limpiar la lavadora a fondo a través de un ciclo de lavado sin prendas con agua a alta temperatura (al menos 40º) cada cierto tiempo. Conviene tener en cuenta también que un exceso de jabón puede provocar el efecto contrario al deseado: el jabón que sobra se va depositando en la cuba, descomponiéndose y provocando problemas. Esto tampoco es bueno para la ropa, ya que el centrifugado no puede extraer el detergente sobrante. Especialmente en el caso de las lavadoras más nuevas (las llamadas “lavadoras inteligentes”), éstas controlan el caudal de agua y usan solo la cantidad necesaria para cada colada, de forma que la proporción agua-detergente será mayor si se te va la mano con la dosis.
Otra mala costumbre es la de cerrar la lavadora después de cada lavado, lo que genera muchas veces olor a humedad. Es bueno dejarla respirar hasta que se seque su interior. Por último, el mal estado de la lavadora también puede ser causa de malos olores: problemas con el sistema de centrifugado o de desagüe, etc. requieren de la ayuda de un profesional.
Estas son algunas buenas prácticas contra los malos olores en la lavadora: