Lo niega todo. Arancha Palomino, investigada por la muerte de María Isabel, su tía, junto con su pareja, el actor Luis Lorenzo. "Mi tía no ha sido envenenada", ha declarado en El programa de Ana Rosa. La sobrina de la fallecida dice que ha encargado a un equipo de profesionales para justificar los excesivo niveles de metal en el cuerpo de la fallecida como arrojaba la autopsia. "Respeto y entiendo la interpretación de la autopsia, pero mi tía no fue envenenada", ha señalado Arancha, investigada en la causa por homicidio. Lo que señala la autopsia es que María Isabel murió en 24 horas.
Es el punto en el que Arancha ha estado más indecisa, porque ha negado que se suministrara veneno, ha señalado que no tenía en su casa ninguno de esos productos pero reconociendo antes que no sabía ni lo que eran dichos metales. "Estoy todo lo bien que se puede estar cuando tienes la conciencia absolutamente tranquila, eres inocente y lamentablemente te ves envuelto en estas circunstancias", ha señalado. "No tengo ningún tipo de temor del resultado de este procedimiento, tengo la certeza de demostrar mi inocencia", ha defendido entre lágrimas.
Arancha ha ido al programa de Telecinco para contar su versión de los hechos. Ella y su marido son los principales sospechosos de la muerte de Isabel Suárez, tía de Arancha. Los forenses han encontrado pruebas tras la autopsia de que Isabel habría sido envenenada, algo que Arancha ha negado categóricamente. "Mi principal intención es que se aclare, colaborar con la justicia, se ha encargado un informe, hay un equipo de profesiones trabajando sobre ello para aclarar las dudas", ha señalado Arancha ante el resultado de las pruebas. "El propio informe no es concluyente, que es lo que me ha trasladado mi abogado. Sobre la teoría homicida, tampoco se explican los motivos y por qué se descarta la muerte accidental", ha querido destacar Arancha tras conocer la autopsia de su tía.
"Yo puedo aportar y acreditar los cuidados médicos que ha tenido mi tía, asegurar desde aquí que en ningún momento a mi tía se le ha envenenado, que no se le ha suministrado ningún tipo de sustancia más allá de los tratamientos médicos pautados. De hecho, en el seguimiento médico días antes de morir se le hicieron analíticas" ha señalado Arancha.
"Ni mi marido ni yo estamos acusados por la muerte de mi tía, simplemente estamos siendo investigados, a mí no se me ha notificado ningún tipo de auto ni de acusación por envenenamiento. Simplemente existe la presencia de unos metales pesados que evidentemente despiertan unos indicios y que se van a aclarar".
A Arancha le han dejado claro durante la entrevista que está imputada por homicidio después de que esta pidiera prudencia a los periodistas. Arancha no ha podido justificar la dosis de metal en el cuerpo de su tía, que presentaba niveles de de cadmio que es letal, 200 veces superior el nivel de cadmio de lo tolerable. La autopsia habla de muerte violenta, homicida. Los forenses consultados indican que el hallazgo hecho en sangre significa que la administración vía oral, tuvo que hacerse en las últimas 24 o 48 horas antes de morir. Tuvieron que dárselo diluido en alimento, el cadmio en forma de sales o de bromuro. La única manera de obtenerlo en polvo es cortando pilas. La Guardia Civil encontró en los registros paquetes de pilas, algunas deterioradas. Arancha lo justifica
Arancha ha adelantado que hay argumentos científicos para explicar este hallazgo en el cuerpo de su tía fallecida. "Nosotros vamos a colaborar con la justicia, pero pido cautela. Yo lo único que hecho ha sido prestarle todos los cuidados a mi tía".
Sobre la enfermedad de Lewy que sufría en teoría María Isabel, Arancha ha defendido que su tía tenía un deterioro de movilidad y al no querer ir a una residencia se quedó en su casa que es lo que ella quería. Arancha niega que su tía sufriera demencia y sí una inicial pérdida de capacidad cognitiva. "Tenía una cuidadora 24 horas para evitar que se cayera". Arancha dice que las facultades mentales de su tía estaban intactas a la hora de cambiar la herencia.
Arancha justifica además del dinero encontrado en su casa al señalar que era de su marido que podía preferir tenerlo en una caja fuerte y no en el banco.
Arancha ha señalado que aportará un listado de llamadas que demuestran que María Isabel sí contactó con su familia, algo que el hermano de la fallecida niega. Será fácil que los expertos lo demuestren. Lo que no ha podido justificar Arancha es por qué su marido no quiso hablar ante la justicia "eso se lo deberíais preguntar a él", ni por qué no se abrió la puerta a la Guardia Civil cuando fue a su casa. Lo que se les pidió fue una orden. Arancha ha justificado las acusaciones de la familia de María Isabel al dinero que "querían todos".
Arancha Palomino ha señalado entre lágrimas que ella solo quiso siempre cuidar de su tía, que nunca quiso su dinero de la herencia, que no ha tocado (pese a los movimientos en las cuentas) y que solo quería saber cuánto tenía de saldo. A pesar de que se había dicho hasta el momento que Arancha no había tocado nada de la herencia, lo cierto es que hay movimientos por importe de 22.952 euros, considerados como capital sospechoso. El mismo día del fallecimiento de Isabel se hicieron diversas transferencias de la cuenta de la octogenaria a la de su sobrina por valor de 7.500 euros. Así mismo, el día posterior se hizo otra transacción de 1.800 euros a la misma cuenta. Hasta ahora la defensa de la pareja argumentó que los movimientos se habían hecho para cubrir gastos derivados del cuidado de la anciana. Pero, los extractos bancarios derivados de la investigación muestran que los recibos de los cuidados estaban domiciliados y que, entre el 27 y 28 de mayo de 2021, se gastaron 5.000 euros en concepto de cuidados y gastos asistenciales, según ABC.
"Si llego a saber que pasa esto, hubiese incinerado a mi tía, así nadie se entera y nada de esto hubiese pasado, que no soy gilipollas. Su última voluntad era enterrarla en el pueblo junto a su marido», señala el atestado que dijo Arancha al ser detenida. Pero ahora ella dice que esa frase la dije al referirse a a sus hijos que ahora están padeciendo el caso.
A los investigadores les llamó la atención una sustancia blanca que encontraron debajo de unas pilas dentro de una panera con una tela negra de fondo. Arancha ha justificado este hecho señalando que pudieron meter las pilas en la cesta del pan que dejaría ese polvo blanco.