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Una de las mayores operaciones contra la trata de seres humanos en la Región de Murcia ha permitido a la Policía Nacional desmantelar una red de proxenetas y liberar a 19 mujeres que eran explotadas sexualmente. Todas procedían de países latinoamericanos, en concreto, de Venezuela, Colombia, Brasil y Panamá.
La organización criminal localizaba a sus víctimas en sus países de origen y les ofrecían venir a España haciéndose cargo de todos los gastos. Sin embargo, una vez en el país, quedaban encerradas en dos pisos de Alcantarilla y Murcia capital. Además, les prohibían salir solas a calle y nunca más de media hora.
El operativo ha culminado con la detención de 22 personas como presuntos responsables de delitos relativos a la trata de seres humanos, delitos relativos a la prostitución, tráfico de drogas, delito contra el derecho de los trabajadores, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal.
La Policía Nacional recibió una denuncia anónima de una víctima que se encontraba ejerciendo la prostitución en un piso del que quería escapar. A la mujer le habrían pagado el viaje desde su país, contrayendo una deuda que tenía que pagar ejerciendo la prostitución y que nunca dejaba de aumentar.
En las primeras gestiones de la investigación, los agentes comprobaron que el piso-prostíbulo era regentado por una mujer de origen brasileño.
También se han localizado otras cuatro mujeres que habían escapado del prostíbulo objeto de denuncia, prestando declaración y afirmando igualmente haber sido traídas desde su país bajo condiciones engañosas por la misma mujer con ayuda de otras personas conocedoras de las intenciones de la misma, conformando una auténtica red de tráfico de personas.
Posteriormente, estas mujeres tenían que ejercer en su prostíbulo hasta saldar sus deudas de viaje. La dueña se aseguraba dicho pago, creando un ambiente intimidatorio hacia las mujeres, llegando incluso a la retención de su pasaporte.
Colaboradores tanto en España como en los países de origen participaban en la captación y en los preparativos del viaje de las mujeres, siendo estos financiados por la propia jefa de la organización y dueña de los prostíbulos.
Una vez en España, las mujeres eran recibidas en el aeropuerto por personas que realizaban labores de 'taxi', siendo trasladadas directamente al prostíbulo de Alcantarilla o de Murcia. Eran alojadas y se quedaban al cargo de otra serie de mujeres que se encargaban de tenerlas controladas en todo momento (coloquialmente conocidas en el argot de la prostitución como 'mamis').
Dentro de los prostíbulos existía una habitual y constante venta de droga, fundamentalmente cocaína, siendo la principal investigada la que se encargaría de preparar las dosis y llevarlas o disponer que se entregaran a las 'mamis' ante la petición de éstas cuando necesitaban provisiones, pues eran las que se encargaban de la venta entre los clientes del prostíbulo.
También acudían allí otras personas con el fin único de adquirir estas sustancias, funcionando por tanto dicho prostíbulo también como punto de venta habitual de tráfico de estupefacientes.
La Policía Nacional ha intervenido 4.500 euros, así como diversas sustancias estupefacientes. En concreto, han incautado 30 gramos de cocaína, cocaína rosa conocida como 'TUSI', y marihuana junto con diversos útiles destinados a su preparación para la venta en dosis, además de diversos fármacos para aumentar la actividad sexual, junto a cinco vehículos utilizados tanto para el traslado de las chicas (desde el aeropuerto o para la realización de "salidas"), como para la provisión de droga.
Tras pasar a disposición judicial, siete de los arrestados han quedado en prisión provisional.