En la investigación de una brutal agresión machista, la violación a una menor en Igualada hace meses, el juez tomó ayer declaración a la víctima. La joven no recuerda nada de lo que ocurrió esa noche. Solo pudo relatar las graves secuelas que padece. El agresor ni se inmutó al escuchar a la víctima.
De lo que ocurrió en el polígono de Igualada la noche del uno de noviembre de 2021, la víctima, menor, no ha podido hablar. Sus recuerdos desaparecieron al salir de la discoteca hasta que despierta en la cama de un hospital días después.
Su abogado ha dejado claro que esa amnesia se debe al fuerte golpe que su clienta sufrió en la parte derecha de la cabeza. Lo que sí ha podido contar ante el juez es cómo es su vida tras ser agredida sexualmente. Sufre insomnio, y terror al simple hecho de salir a la calle.
El acusado ha escuchado el relato. “Durante toda la declaración ha estado impasible, dándole importancia cero a la declaración de la víctima”, ha explicado el letrado de la chica. Ella ha declarado por videoconferencia, acompañada de psicólogos y todavía con las secuelas físicas que le dejaron los traumatismos que sufrió. “No tiene la fluidez verbal que tenía antes”, ha dicho el abogado.
Ella no recuerda nada que aquella noche pero hay pruebas como las doce muestras de sangre de la víctima halladas en la chaqueta del chico. “Hay muchas evidencias que lo incriminan”, ha señalado el letrado a las puertas del juzgado.
El juez, incluso, ha abierto diligencias por agresión sexual a su expareja, que declaró haber mantenido con él una relación violenta.