Para detectar qué medida era más saludable, los investigadores analizaron dos baños por hospital, ambos con secadores de aire y dispensador de toallitas. Se centraron en el secador mediante aire en el que introducían las manos para eliminar los restos de líquido.
Los sujetos que usaron los baños fueron pacientes, familiares y personal del centro. Se compararon los índices de contaminación durante doce semanas y se llevaron a cabo 120 sesiones de toma de muestras en total en los tres hospitales. Así dieron con las bacterias 'staphylococcus aureus susceptible' (MSSA) y resistente a la meticilina (MRSA), enterococos y enterobacterias como las productoras de betalactamasas de espectro extendido (BLEE).
De esta manera, pudo comprobarse que secarse las manos con papel era mejor decisión que utilizar el secador convencional. Algo que, de no ser por este resultado, muchos desconocerían todavía.
Si delimitamos la investigación por países, el índice de contaminación era similar en Francia y el Reino Unido, mientras que en Italia era considerablemente inferior.
Asimismo, había diferencias significativas entre los tres hospitales, dado que se detectó una cantidad de bacterias notablemente superior en los suelos de los baños de los hospitales británico y francés.
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