La pandemia por coronavirus ha puesto encima de la mesa los efectos beneficiosos de la vitamina D para ayudar a evitar el contagio (reforzar el sistema inmunológico), aunque aún no haya evidencias científicas para decir que lo pueda prevenir. Lo que se sabe es que el consumo de vitamina D no es malo, al contrario, es un apoyo para el organismo. Sin excesos, claro.
Un estudio publicado por la Universidad de Turín, Italia, señala que la vitamina D es buena para reducir el riesgo de infección. Según la investigación, los primeros datos recopilados indicaron que los pacientes hospitalizados -en Italia- tienen una prevalencia muy alta de hipovitaminosis D (déficit vitamínico).
"La compensación por esta deficiencia generalizada de vitaminas se puede lograr principalmente exponiéndose a la luz solar lo más posible, incluso en balcones y terrazas, alimentándose de alimentos ricos en vitamina D y, bajo supervisión médica, tomando preparaciones farmacéuticas específicas", dicen los investigadores. El doctor Xavier Xercavins, experto en Medicina Preventiva, explica a Informativos Telecinco qué efectos tiene la vitamina D y si es recomendable preguntar a nuestro médico si debemos tomarla, o si la podemos tomar como precaución durante esta pandemia por el nuevo coronavirus.
Ante el estudio turinés, un grupo de científicos argentinos (@CoronaConsultas en Twitter) manifestaba que no hay evidencia que señale que la vitamina D reduzca el riesgo de infección, que está claro que ninguna medicina actual cura la enfermedad. Sin embargo, destacan la importancia de la exposición al sol y de mantener una buena alimentación para reforzar el estado de salud y generar una mejor respuesta ante el Covid-19.
“La vitamina D es una sustancia que es importante para todo el cuerpo. Se ha demostrado ya que es preventiva para el cáncer de próstata y de colon, entre otras enfermedades. Es esencial para la inmunología. Y esta epidemia realmente ataca ferozmente a los que tienen un sistema inmunológico, por la edad o por otras patologías, debilitado. Por lo tanto, cuanto mejor esté el sistema inmunológico, habrá más posibilidades de hacer frente a la infección”, señala el doctor Xercavins, de Doctoralia.
“Frente al coronavirus, resulta que, la vitamina D, tiene un carácter antiinflamatorio. El SARS-Cov-2 ataca a los pulmones, inflamándolos (de ahí el ahogo de la persona y que tenga que ser asistido por un respirador automático). Buscar cualquier componente que sea antiiflamatorio de tipo natural, no químico, y que nivele la eficacia inmunológica y antiinflamatoria a la vez, es esencial en esta pandemia. Mantener unos niveles altos de vitamina D, no niveles normales, es fundamental”, añade.
“Todo aquel paciente que su médico le haya dicho que tiene que tomar vitamina D y que la ha dejado de tomar (porque en general estas cosas se dejan de tomar, porque se consideran no esenciales –cosa que es absolutamente falsa-), tiene que volverla a retomar, incluso con casi el doble de dosis. Quien ya está tomando vitamina D, porque ya se la han prescrito y la sigue tomando, también puede doblar la dosis porque es mejor estar con niveles altos -incluso bastante altos- que no tener un nivel normal”, apostilla.
“La vitamina D es la que da el sol básicamente, porque los alimentos que la dan, en principio, no son aconsejables especialmente para la gente mayor, porque son alimentos grasos: como leche entera, mantequilla, huevos… Es poca la cantidad que hay en estos alimentos. Pero el sol también tiene el inconveniente de que aparece y desaparece. Hay países que tienen más sol, otros menos… Pero los que tomamos el sol tenemos que ponernos crema. Al ponernos crema, la vitamina D, ya no se fabrica”, destaca.
El problema es que el confinamiento en los domicilios a causa del estado de alarma impide hacerlo a la mayor parte de la población, especialmente las personas mayores. El vidrio -ventanas- reduce mucho la capacidad de la luz en sintetizar vitamina D en nuestra piel.
Estos días ha circulado por Whatsapp un audio de un supuesto cirujano del Hospital Ramón y Cajal que comentaba que “todo se debe a la vitamina D”, ya que “lo que se está viendo en todos los pacientes, en lo que coincide siempre, es que tienen esta vitamina baja”. El Gobierno recomienda hacer uso de la información solamente de fuentes oficiales, pero tomar en cuenta la recomendaciones de expertos como Xercavins puede ser de gran utilidad.
“Los Omega3 también tienen función antiiflamatoria, por lo tanto, pueden contribuir a mantener un estatus antiinflamatorio que (si nos pilla el virus), estaremos más predispuestos a la curación. El pescado azul tiene omega 3, y resulta que también tiene vitamina D, por lo que comer este alimento en estos días, congelado o no –o en lata, es igual-, puede elevar los niveles de Omega 3 y de vitamina D”, explica.
“El único remedio es el control por el médico habitual, el médico de cabecera, de los niveles de vitamina D que tiene una persona. La otra forma sería estudiar los receptores genéticos de la vitamina D, que es una prueba sencilla de hacer. Si se determina que los receptores están mal, que la vitamina D está baja en sangre, es casi seguro que aquella persona tendrá siempre esta vitamina baja, porque hay gente que no lo asimila (del sol especialmente y de alimentos). Entonces, ahí hay que recurrir a suplementos, no hay más", afirma.
"Las dosis de suplemento pueden ser 2 000 unidades al día, esto va variando, y se controla fácilmente con un análisis. Se mira de vez en cuando -ni que sea una vez al año- el nivel de vitamina D, y se sabe cómo va”, concluye el doctor. La vitamina D no ayuda como tal a reducir el riesgo de infección de coronavirus, pero sí nos hace tener el cuerpo más preparado por si tenemos que hacerle frente.