El insomnio es el trastorno del sueño más habitual, pero hay varios tipos ¿cuál sufres tú?

El insomnio es el trastorno del sueño más habitual, pero hay varios tipos ¿cuál sufres tú?
El insomnio es un problema muy habitual entre la población. PEXELS
telecinco.es
  • Produce cansancio y afecta a la vida diaria de quienes lo padecen

  • Insomnio de conciliación, de mantenimiento o de despertar precoz

  • En función de su severidad, puede ser leve, moderado o severo

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El insomnio es un trastorno de sueño consistente en la incapacidad o dificultad para dormir, de manera que produce cansancio y afecta a la vida diaria de las personas que lo padecen. Se trata de un problema muy habitual entre la población, siendo más frecuente en mujeres, ancianos y personas con problemas psicológicos como ansiedad y depresión.

Las causas más frecuentes son las alteraciones emocionales y aquellas situaciones que se acompañan de intensa ansiedad, preocupación, tensión psíquica, angustia, miedo o tristeza y que pueden afectar a la persona. Estos insomnios tienden a cronificarse, según explica el portal 'Cinfasalud'.

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Pero también puede haber causas médicas: enfermedades o problemas físicos que pueden perjudicar el sueño por no permitir la relajación previa al momento de dormirse, por interrumpir el sueño durante la noche, producir dolor o sensaciones molestas como picores, escozor, etc. Aquí se incluyen también las enfermedades psiquiátricas (ansiedad, depresión, esquizofrenia, etc.), así como otras enfermedades del sueño que contribuyen a dormir menos o peor (síndrome de piernas inquietas, síndrome de apnea del sueño, parasomnias, etc.).

También existen causas externas, que suelen implicar factores ambientales que influyen de modo negativo sobre el sueño: malos hábitos de sueño, uso y abuso de sustancias y medicamentos, trabajo por turnos o viajes frecuentes. Además, hay insomnios relacionados con la toma de sustancias como estimulantes, tranquilizantes o alcohol.

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Según todas estas causas y la duración en el tiempo del insomnio, podemos hablar de:

  1. Insomnio transitorio: dura menos de una semana. Es el más frecuente entre la población, ya que lo padece uno de cada cinco españoles. Asociado a periodos de estrés (causas medioambientales, cambios bruscos de horario, estrés físico ocasional, causas emocionales…).
  2. Insomnio de corta duración o agudo: dura de 1 a 4 semanas y su causa es el estrés.
  3. Insomnio crónico: dura más de 4 semanas y las causas pueden ser médicas, psíquicas o no haberlas.

Síntomas más frecuentes

El insomnio puede producir graves alteraciones en la vida cotidiana y la salud de muchas personas afectando a su calidad de vida y su entorno familiar y laboral. Las manifestaciones más habituales de este trastorno del sueño, vinculadas todas ellas a la falta de descanso adecuado, son:

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-Disminución de la concentración.

-Falta de energía física y fatiga.

-Alteraciones del comportamiento y de las emociones e irritabilidad.

Diferentes tipos de insomnio

  • Insomnio de conciliación: relacionado con la dificultad para conciliar el sueño en menos de 30 minutos. Frecuente en jóvenes y asociado a consumo de drogas, problemas psiquiátricos, ansiedad, etc.
  • Insomnio de mantenimiento: relacionado con problemas para mantener el sueño, produciéndose frecuentes interrupciones y despertares nocturnos de más de 30 minutos de duración. Se asocia problemas psíquicos y es frecuente en ancianos.
  • Despertar precoz: el último despertar se produce como mínimo 2 horas antes de lo habitual para el paciente.

Además, en función de su severidad podemos hablar de:

  • Insomnio leve o ligero: sucede casi cada noche. Existe un deterioro mínimo de la calidad de vida.
  • Insomnio moderado: cada noche. Moderado deterioro de calidad de vida. Se acompaña de fatiga e irritabilidad.
  • Insomnio severo: cada noche. Gran deterioro de calidad de vida y que afecta a la esfera emocional, familiar y laboral.

La mayoría de los casos de insomnio tiene un inicio agudo, coincidiendo con situaciones de estrés, y tienden a cronificarse en numerosos casos debido a malos hábitos de sueño o temores psicológicos (a no dormirse) desarrollados por el episodio de insomnio.