La OMS ha expresado su preocupación ante el avance de la variante del coronavirus detectada por primera vez en India rebautizada como Delta después de que la organización decidiera modificar la nomenclatura de las nuevas cepas para no estigmatizar a los países en los que son detectadas.
La variante Delta parece haberse propuesto frenar la euforia generada en Reino Unido tras una rápida y efectiva campaña de vacunación. Con prácticamente la inmunidad de grupo alcanzada, Gran Bretaña había logrado reducir drásticamente su tasa de contagios. Ahora un tira y afloja entre el número de nuevas infecciones y el de pacientes inmunizados, hace que el ejecutivo de Boris Johnson comience a plantearse sus planes de desescalada.
El pasado martes 1 de junio, el número de casos de variante Delta representaban ya el 54% de los casos activos en todo el país, según datos de Public Healt England. La variante Alfa, detectada por primera vez en Reino Unido, se ha hecho pequeña frente a su homóloga detectada por primera vez en India, ahora denominada Delta. Su mayor capacidad para propagarse ha vuelto a hacer saltar las alarmas en Reino Unido donde ya preparan nuevas restricciones.
La variante Delta es en realidad la cepa detectada por primer vez en India y que ahora ha sido rebautizada por la OMS para evitar que se estigmatice al país. Se trata de una versión más peligrosa del Sars-Cov2 que preocupa por su mayor capacidad de contagio y por generar un índice de hospitalizaciones en pacientes no vacunados.
A día de hoy, más de 50 países en todo el mundo han registrado algún caso de esta cepa que ha sido responsable de buena parte de los contagios que el pasado mes de mayo hundieron a India en una de las olas más mortíferas de la pandemia.
La B.1.617.2 preocupa porque es más contagiosa, más letal y es capaz de sortear parcialmente la inmunidad de las vacunas. Con el objetivo de evitar discriminación y estigma, la OMS ha rebautizado a esta cepa, comúnmente conocida como variante India, con el nombre de variante 'Delta'. Junto a esta denominación, las letras griegas Alfa, Beta, Gamma han servicio para rebautizar a las variantes detectadas en Reino Unido, Sudáfrica y Brasil.
La hoja de ruta del Primer Ministro británico Boris Jonhson establecía que el 21 de junio el país dejaría atrás todas las restricciones establecidas. El Ministro de Salud ha tenido que calmar el optimismo por culpa de un factor imprevisto, la llegada de la variante Delta.
El país atraviesa un repunte en el número de contagios diarios que ha vuelto a superar la barrera de los 3.000 casos después de varias semanas por debajo de ese umbral. Tras las reuniones de amigos y familiares junto con el regreso de los grandes eventos como la celebración de la Champions tras la victoria del Chelsea en las calles de Londres, se teme que la tasa de infecciones no deje de subir en la próxima semana.
Con este panorama hay muchas voces que ya se alzan para demorar el final de las restricciones. Ravi Gupta, uno de los asesores del gabinete de Jonhson, se mostró favorable a esta decisión ya el pasado lunes 31 de mayo. En declaraciones a la BBC, Gupta reconoció que el riesgo no merece la pena frente al beneficio.
Ante el aumento de casos de variante Delta, son muchos los países que ya han aumentado el nivel de alerta para lograr evitar una recaída que echaría por tierra los planes aperturistas para este verano. El pasado 22 de mayo Alemania ya anunció que comenzaría a aplicar una cuarentena obligatoria para todos los viajeros procedentes del Reino Unido.
Francia se ha sumado a las precauciones tomadas por Alemania y desde los últimos días ha hecho también obligatoria la cuarentena para los británicos. En cambio Austria ha ido un paso más allá y ha prohibido los vuelos con la isla. España por su parte continúa con las esperanzas puestas en el sector del turismo para el que los turistas británicos resultan imprescindibles. Desde el pasado 24 de mayo, los turistas procedentes de Reino Unido vacunados pueden llegar a nuestro país sin necesidad de someterse ni a cuarentena ni a PCR obligatoria.