El coronavirus está dejando tras de sí miles de muertos y contagiados en todo el mundo (2.100 fallecidos y más de 33.000 contagios en España). Ante la pandemia, los países han establecido medidas restrictivas para intentar frenar la expansión del virus y, paralelamente, confían en la ciencia para combatirlo. Ya han llegado los test de detección rápida y se están investigando vacunas y fármacos para frenar la enfermedad.
China, Alemania, Estados Unidos,… están investigando tratamientos y vacunas para frenar el coronavirus. El pasado viernes, el país asiático puso en marcha un ensayo clínico con seres humanos, según informa la agencia AFP. La vacuna se probó en 108 voluntarios de entre 18 y 60 años, todos residentes en Wuhan (el primer foco del virus) y para saber si funciona o no se les hará un seguimiento de seis meses.
Probar la efectividad de una vacuna lleva meses, por lo que los países también están apostando por la vía de los fármacos. Hay dos que parecen llevar la delantera: son la cloroquina y el remdesivir.
Cloroquina: Hay varios países que apuestan por este antiviral, como Francia, Alemania y Estados Unidos. Tiene efecto antiinflamatorio y desde hace décadas se usa para combatir la malaria.
Los puntos favor de este fármaco son su disponibilidad (no se trata de un tratamiento experimental, sino que ya se usa), que se sabe que es seguro y que es relativamente barato. Aunque tiene un peligro: una sobredosis puede causar intoxicación aguda e incluso la muerte.
Por ello, hay quien apuesta por un derivado, la hidroxicloroquina. Un grupo de investigadores publican en ‘Nature’ un artículo defendiendo su uso por ser mucho menos tóxica que la cloroquina. Además, afirman que su disponibilidad es mucho mayor porque se usa para tratar enfermedades autoinmunes, lupus o artritis reumatoide.
Remdesivir: El otro candidato es este fármaco desarrollado originalmente para tratar el ébola y desarrollado por la farmacéutica estadounidense Gilead. Su función es atacar el ARN de los virus, frenando así su replicación en las células que el organismo ha infectado.
Este fármaco aún no ha demostrado su eficacia contra el COVID-19, pero sí ha sido efectivo contra el SARS y el MERS, otros coronavirus de estructura similar.
España está trabajando tanto en la búsqueda de una vacuna contra el coronavirus como en investigar con medicamentos que puedan frenar sus síntomas.
Entre los dos fármacos antes mencionados, España apuesta por el remdesivir. Así lo confirmó el pasado viernes el ministro de Sanidad, Salvador Illa. Se han autorizado dos ensayo clínicos con esta molécula “para pacientes con enfermedad respiratoria grave o enfermedad respiratoria moderada”. En estos ensayos participan ya tres hospitales españoles: La Paz (Madrid), Clinic (Barcelona) y Cruces (Bilbao).
En cuanto a la vacunas, aún queda un largo trecho. Pedro Duque, ministro de Ciencia, asegura que llegará, pero habrá que esperar. El camino que lleva a encontrar una vacuna apta es largo y tiene varios pasos, según explicó Duque en rueda de prensa: