La de Oxford no es la única vacuna en la carrera por conseguir un remedio eficaz contra la Covid. Hay más de 170 candidatas, y de ellas siete se encuentran en la última fase de las pruebas. Junto a la europea la estadounidense se encuentra también muy avanzada y se mantiene final de año como fecha probable para poder utilizarla. Oxford vuelve a situarse en carrera por la vacuna, pero le pisan los talones las estadounidenses Moderna, en la última fase de ensayos con 30.000 personas, y Pfizer, según Donald Trump, habrá una antes de finales de año.
En Liza también dos vacunas del Grupo Nacional de Biotecnología de China, que, según responsables del proyecto, se han ensayado ya con éxito en cientos de miles de chinos. La rusa ya está sobre el terreno en territorio nacional. El Ministerio de Salud ha enviado hoy el primer lote a las regiones.
Todo en tiempo récord, porque en circunstancias normales el desarrollo de una vacuna dura al menos cinco años.
Comienza con pruebas en células in vitro y modelos animales, para seguir con tests en pequeños grupos de voluntarios, A continuación el estudio se amplía a más gente y se evalúan los efectos secundarios a corto plazo. En la fase 3 los voluntarios ya son miles, unos se exponen al virus, otros no y se hace una comparación.
En España, el CSIC espera tener la suya dentro de un año. Y con buenas perspectivas también la de Janssen, que se va a probar en tres hospitales españoles.
El Ministerio de Salud de Rusia ha anunciado este sábado que ha enviado el primer lote de la vacuna que ha desarrollado contra la COVID-19, bautizada como Sputnik V, a las distintas regiones del país.
"El primer lote de la vacuna Sputnik V fue enviado a las regiones", ha indicado el Ministerio de Salud ruso en un comunicado, recogido por la agencia de noticias Sputnik.
Según el texto, la entrega es "piloto" y servirá para probar las cadenas logísticas del suministro de la vacuna a las regiones de Rusia, su distribución y la organización de la vacunación contra el COVID-19 para los ciudadanos del grupo de riesgo elevado.
Las autoridades rusas registraron oficialmente el 11 de agosto su primera vacuna contra la COVID-19, desarrollada por el Centro de Epidemiología y Microbiología Gamaleya. La vacuna Sputnik V genera inmunidad durante un periodo que puede alcanzar los dos años.
A principios de septiembre la vacuna comenzó a ser administrada a los primeros voluntarios, unos 40.000, en el marco de la tercera fase de ensayos clínicos tras su registro.
En la fase actual, se aplica en las pruebas con una autorización especial por la que solo se puede administrar a personas de los grupos de riesgo y bajo un estricto control.
Según Rusia, el país ha recibido solicitudes de más de 20 países para adquirir mil millones de dosis de la vacuna. Rusia ha logrado acuerdos para producirla en cinco países, donde las capacidades disponibles permiten obtener hasta 500 millones de dosis al año.