Esta semana hemos conocido que el laboratorio norteamericano Moderna tiene una vacuna contra el coronavirus cuyo ensayo en personas han dado muy buenos resultados en inmunidad. Hace unos días otro laboratorio, este alemán, decía haber tenido un éxito similar. Ambas son vacunas ARN, es decir, hechas a partir del ADN del virus. Hasta ahora no hay una vacuna en el mundo basada en esta tecnología.
Por eso nos preguntamos qué es una vacuna ARN. Hasta ahora, las vacunas que previenen las enfermedades en humano te inyectan el virus, vivo o muerto.
Sin embargo, las ARN, que parecen que están dando mejores resultados –o al menos más rápidos- son vacunas con el ADN del virus modificado genéticamente.
La vacuna ARN da instrucciones al cuerpo para hacer copias de la proteína S, que es la que usa el coronavirus para adherirse a nuestras células. “Estas copias de la proteína S provocan una respuesta inmunitaria al virus. Así no hay necesidad de manejar ningún virus infeccioso”, explica la Clínica Mayo. Mientras que se está trabajando con las vacunas modificadas genéticamente, todavía no se ha dado autorización para usarlas con seres humanos.
El laboratorio Moderna ha informado que los 45 voluntarios sometidos a la prueba de su vacuna mRNA-1273 han generado anticuerpos que neutralizan el coronavirus y sin grandes efectos secundarios. Esperan poder iniciar la fase final del estudio, la que prueba la vacuna en miles de personas, a finales de julio.
“Al inyectarla el paciente produce proteínas que imitan la superficie del virus. El cuerpo las interpreta como una invasión extraña y genera una alta respuesta inmunológica”, dice el laboratorio, que asegura que los efectos secundarios han sido leves: náuseas y dolores de cabeza y musculares leves.
Por otro lado, los laboratorios alemanes Pfizer y Biontech arrojó resultados positivos en los ensayos en humanos. En este caso las personas generaron anticuerpos "significativamente elevados" en las primeras cuatro semanas y no sufrieron efectos secundarios graves. Este laboratorio ha probado su vacuna BNT162b1 con 45 personas.
Aunque parece que las investigaciones con vacunas ARN van más rápidas. Lo ciertos es que no hay ninguna vacuna para tratar enfermedad alguna en humanos con esta tecnología.
Las vacunas hasta ahora son con virus vivos o muertos –atenudaos-. En el primer caso se genera respuesta inmunitaria sin causar la enfermedad. Estas vacunas se usan por ejemplo contra el sarampión, las paperas, la rubéola, y la varicela.
Las vacunas con virus vivos necesitan un período de prueba más largo para confirmar su seguridad, explica la Clínica Mayo.
En el caso de las vacunas inactivadas se usa una versión atenuada del microbio que causa una enfermedad. Este tipo de vacuna causa una respuesta inmunitaria, pero no una infección. Estas previenen la gripe, la hepatitis A, y la rabia. Estas vacunas no protegen tanto como las que llevan el virus vivo y su inmunidad a largo plazo se reduce.