La mayoría de comunidades autónomas ha iniciado ya la vacunación contra la gripe estacional, al mismo tiempo que comienza la administración de una tercera dosis de la vacuna contra la covid19 en la población mayor de 70 años.
Ambas vacunas se pueden administrar de forma simultánea, a la vez, sin que esto suponga un riesgo, según han explicado las autoridades sanitarias. Los ciudadanos, en caso de querer recibir los dos sueros a la vez, lo hacen en lugares anatómicos diferentes -una, en un brazo, y la otra, en el otro-. No hay datos sobre si la vacuna covid puede interferir en los efectos de la vacuna de la gripe estacional, por lo que se recomienda su administración.
La gripe es una enfermedad respiratoria muy contagiosa que puede generar tos, dolor de garganta, congestión nasal, vómitos, fatiga, sibilancias o dolor muscular. Asimismo, puede provocar dolor de cabeza, fiebre y en cuadros más graves requiere hospitalización por complicaciones como neumonía, especialmente en grupos vulnerables.
El virus de la gripe cambia cada año, por lo que nuestro sistema inmunológico no es capaz de identificarlo y puede provocarnos de nuevo la enfermedad. Por ello, se fabrica anualmente una nueva vacuna contra la gripe adaptada a las mutaciones del virus.
Ante este escenario, muchos ciudadanos se preguntan cuáles son los posibles efectos secundarios más frecuentes de la vacuna. Según el Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría, son los siguientes: dolor y enrojecimiento en el lugar de la inyección, fiebre y malestar general leve.
Otro efecto secundario frecuente es el dolor de cabeza, mientras que otras manifestaciones consideradas excepcionales pueden ser la disminución de las plaquetas o complicaciones neurológicas. Siempre que se administre la vacuna de la gripe hay que permanecer aproximadamente 20 minutos en el centro de vacunación, como medida de precaución.
La vacuna, como ocurre con cualquier otra, está contraindicada para toda persona que haya sufrido una reacción alérgica grave ante una dosis previa o a alguno de sus componentes, según indican las autoridades sanitarias.
Este fármaco, la vacuna de la gripe, contiene proteínas de huevo, pero se puede aplicar en personas "con historia de alergia por exposición al huevo sin precauciones especiales", según el Ministerio de Sanidad.
"Esta recomendación es válida también para quienes hayan presentado reacciones alérgicas graves o anafilaxia al huevo", subrayan desde el Ministerio. La mayoría de vacunas se fabrican "con una tecnología basada en huevos y contienen una pequeña cantidad de proteínas de huevo".
Los estudios de pacientes alérgicos evidencian hasta la fecha que las recciones alérgicas graves en estas personas son muy improbables. La vacuna de la gripe debería administrarse en mujeres embarazadas, ya que se consideran población de riesgo ante la enfermedad.