Eficacia y seguridad. Son los dos riesgos que podrían amenazar un negocio que se calcula que va a superar, al menos, los 50.000 millones de euros de ingresos para los laboratorios que han sido capaces de desarrollar las primeras vacunas contra el Covid-19. Un importe que, para hacerse una idea, es aproximadamente el 5% del Producto Interior Bruto (PIB) de un país como España, explica Miguel Ángel Bernal, economista y profesor del centro de formación especializado en finanzas Escuela FEF.
Las firmas que han liderado esa carrera mundial con premio multimillonario se han hecho populares en muy poco tiempo y han visto cómo se disparaban sus cotizaciones en Bolsa. “Los mercados bursátiles suelen adelantar entre seis y nueve meses lo que creen que va a suceder en la economía real”.
Pero más allá de las fluctuaciones, las distintas subidas y bajadas que pueden suceder en diferentes momentos en Bolsa, lo importante para Bernal es que “todo esto dejará huella y cada vez va a haber más interés por la investigación. Las potencias mundiales, Estados Unidos, China, Rusia, la Unión Europea, Reino Unido… todos van a fortalecer sus industrias farmacéuticas”.
Estamos ante una pandemia que va a fortalecer a las compañías farmacéuticas inmersas en la carrera por desarrollar y distribuir sus vacunas antiCovid, pero cuyo impacto final exacto en los ingresos de los laboratorios puede verse amenazado por varios riesgos que se despejarán en los próximos meses, advierte Bernal. De un lado, la eficacia que demuestren sus vacunas, porque los contratos de precompra de los Estados están condicionados a los resultados. Y, por otra parte, su seguridad: que no comiencen a presentarse cada un mayor número de casos de intolerancia.
Si los acontecimientos discurren como la mayor parte de los expertos coinciden en señalar: que las vacunas se muestran seguras y eficaces, serían un negocio multimillonario, de al menos 50.000 millones de euros, para una serie de pequeñas firmas de biotecnología y de grandes corporaciones farmacéuticas.
Por un lado, la hasta ahora pequeña firma biotecnológica alemana BioNTech, aliada con el gigante farmacéutico estadounidense Pfizer Según los datos del consenso de mercado de Bloomberg, BioNTech cerrará el ejercicio de 2020 con una facturación de 431 millones de euros. Para hacerse una idea de su salto de gigante, sus ingresos en 2017 fueron de 61,6 millones de euros; en 2018 se doblaron, pero se quedaban aún en 127,58 millones de euros; y en 2019, el último año completo con resultados, bajaron a 108,59 millones de euros. Es decir, esta compañía va a multiplicar en 2020 sus ingresos por seis en comparación a tres años antes; y los va a multiplicar por cuatro respecto a 2019.
No obstante, una cosa son los ingresos y otra muy diferente los beneficios. Se estima que BioNTech va a cerrar el año 2020 con unas importantes pérdidas netas de 234 millones de euros, según la misma fuente. ¿Por qué? En el recién terminado 2020 aún no recoge la mayoría de los ingresos de las millonarias ventas de su vacuna; y por el contrario ha tenido que realizar grandes inversiones en su desarrollo.
Pero esto no es nada teniendo en cuenta lo que viene por delante. Y es que 2021 será el gran año para los primeros fabricantes de las vacunas antiCovid. En el caso de BioNTech, su facturación este año se va a multiplicar por más de diez respecto a 2020, hasta rozar los 5.000 millones de euros. En concreto, los datos de Bloomberg sitúan sus ingresos en 4.999 millones de euros. Si se compara con 2017, esta firma alemana habrá multiplicado sus ingresos por 80 en cuatro años. Este año, la empresa sí recogerá este crecimiento en su beneficio neto, que se espera alcance 3.125 millones de euros.
Para el año que viene, si bien se reducen, las ganancias serán cuantiosas aún para la biotecnológica alemana. Sus ingresos se espera lleguen a 3.112 millones de euros; y se reflejan en mayor medida en el beneficio neto, que llegará a 2.810 millones.
Por su parte, Pfizer también generará un importante nuevo negocio con la vacuna, aunque el crecimiento que le aporta es más modesto al tratarse de una compañía de mucho mayor tamaño que su socio alemán. Según los datos de Bloomberg, en 2020 se estima cierre con unos ingresos de 41.638 millones de euros, mientras que en 2021 se elevarían a 43.935 millones. Es decir, su facturación se elevaría en casi 2.300 millones. Y en 2022 se quedaría en 42.955 millones de euros.
Un crecimiento menor comparativamente pero que tiene una gran traslación a su beneficio neto. En 2020 se espera cierre en 14.107 millones de euros; en 2021 alcanzaría 16.366 millones (+2.259 millones de euros, lo que supone un incremento porcentual del +16%); y en 2022 sería de 15.739 millones de euros.
La otra gran ganadora de esta multimillonaria carrera científica será, previsiblemente, otra pequeña, hasta ahora, firma de biotecnología: la estadounidense Moderna Si en 2016 sus ingresos fueron de 108,4 millones de euros; en 2017 de 205,82 millones; en 2018 de 135,07 millones; y en 2019 de 60,21 millones… en 2020 se estima que cerrará el ejercicio con una facturación de 378 millones, que multiplicará por seis a la del año anterior. Y en 2021, como BioNTech, se prevé que multiplicará por diez sus ingresos de este año hasta alcanzar 4.160 millones de euros.
También, como en el caso de la biotec germana, el ejercicio de 2020 se cerrará con unas importantes pérdidas de 540 millones de euros. Pero ya en 2021 recogerá los beneficios de su vacuna contra el Covid (el laboratorio madrileño Rovi participa en una parte de su proceso productivo para todos los mercados de fuera de Estados Unidos) y obtendrá un beneficio neto de casi 2.000 millones (exactamente 1.967 millones de euros). Mientras que en 2022 se estima una facturación de 4.156 millones, con un beneficio de 1.553 millones.
La tercera en llegar es la vacuna del laboratorio farmacéutico británico, que aunque tiene su sede en Cambridge, célebre por su universidad, se ha aliado en este proyecto con la antagónica Universidad de Oxford.
Reino Unido ya ha autorizado esta vacuna y la Agencia Europea del Medicamento terminará de avaluar su autorización a finales de este mes de enero. Como Pfizer, al tratarse de uno de los grandes de la industria farmacéutica, las ventas de su vacuna serán también un nuevo negocio muy importante, pero tienen proporcionalmente un impacto menos espectacular en sus cuentas que en el caso de las anteriores pequeñas biotecnológicas.
AstraZeneca tuvo en 2019 unos ingresos de 22.490 millones de euros y según las previsiones de Bloomberg cerrará las cuentas de 2020 con una facturación de 22.361 millones, sin el reflejo aún de su vacuna, que ha comenzado a comercializarse en enero de 2021.
El año que viene, este laboratorio aumentará sus ingresos hasta 25.310 millones de euros (+2.949 millones). Y en 2022 sus ventas aumentarán hasta 28.585 millones, lo que supone un incremento de más de 6.000 millones en solo dos años.
Un crecimiento de su negocio que también tiene su reflejo en los beneficios. Mientras que 2020 se estima que va a cerrar sus cuentas con 4.467 millones de euros de ganancias netas, en 2021 aumentarán hasta 5.586 y en 2022 hasta 6.972 millones.
AstraZeneca se ha asociado en Latinoamérica con la firma española Mabxience que fabricará en su planta de Garín (Argentina); y que, gracias a un acuerdo con la fundación del magnate Carlos Slim llevará parte del proceso final a México para fabricar 150 millones de viales, según adelanta la empresa británica.
Otra pequeña firma biotecnológica estadounidense es Novavax, con un proyecto de vacuna antiCovid en fase III (la última etapa antes de la comercialización), que pretende fabricar 2.000 millones de viales en 2021. Una parte de ellas serían producidas por la gallega Biofabri en O Porriño (Pontevedra).
En 2016 tuvo unos ingresos de 15,35 millones de euros; en 2017 de 31,18; en 2018 de 34,19; y en 2019 de 18,66 millones. Y se espera que cierre el ejercicio de 2020 con una facturación de 464 millones, que multiplicaron por casi 25 la del año anterior. En 2021 se dispararían sus ingresos hasta 2.311 millones y en 2022 hasta 1.508 millones.
Al igual que el resto, el año 2020 sufriría unas pérdidas netas de 261 millones, pero en 2021 su beneficio neto se elevaría a 830 millones y en 2022 a 623 millones.
Otra hasta ahora casi desconocida empresa alemana, CureVac, tiene su proyecto de vacuna en fase dos y prevé comenzar su comercialización en el tercer trimestre de este año. En 2018 su facturación fue 12,87 millones de euros, en 2019 de 17,42 y en 2020 se elevaría a 66 millones. Las previsiones del mercado para 2021 sitúan sus ingresos en 712 millones y el gran salto para esta firma llegaría en 2022 al alcanzar 1.755 millones de euros.
Los mayores beneficios para esta compañía germana también llegarán en 2022. En 2020 se esperan unas pérdidas netas de 170 millones, según los datos de Bloomberg. En 2021 presentaría un beneficio neto de 113 millones y el año que viene se dispararía hasta 985 millones.
La vacuna de Janssen, que es la firma farmacéutica de las gran multinacional estadounidense Johnson & Johnson (J&J) se encuentra también en su última fase de desarrollo y se espera comience su comercialización en el primer trimestre de este año.
Según las previsiones de Bloomberg, el grupo J&J cerrará 2020 con una facturación de 69.080 millones de euros; en 2021 aumentará hasta 74.955 y en 2022 hasta 78.861 millones; aunque en este caso es mucho más complicado calcular el impacto de la vacuna antiCovid en el negocio global de un grupo gigantesco de gran consumo. No obstante, también se calculan crecimientos importantes en el beneficio neto de este grupo: 17.783 millones de euros en 2020 que pasarían a ser 19.852 millones en 2021 y 21.826 millones en 2022.
Otra gran corporación farmacéutica de origen británico que está desarrollando una vacuna antiCovid, en este caso en alianza con la francesa Sanofi. Un proyecto que se prevé llegue al mercado durante el primer semestre de este año.
La facturación del ejercicio 2020 de GlaxoSmithKline (GSK) se cerrará previsiblemente en 38.415 millones de euros; y se estima que este 2021 alcance 39.904 millones; y en 2022 llegue a 41.524 millones. En cuanto al beneficio neto, 2020 terminaría con 6.519 millones; 2021 con 6.636; y 2022 con 7.136 millones.
Esta compañía francesa, otra de las grandes de la industria farmacéutica, se ha aliado en el desarrollo de la vacuna contra el coronavirus con la británica GSK, como se ha mencionado. Las previsiones de Bloomberg para el negocio de Sanofi contemplan un incremento de su facturación este año, de los 36.467 millones en 2020 a 38.186 en 2021; y en 2022, cuando alcanzaría 39.924 millones. Por su parte, el beneficio neto pasaría de 7.372 millones de euros en 2020 a 7.832 millones en 2021; y 8.712 millones de euros en 2022.