Mientras el debate sobre si es necesaria la administración de una cuarta dosis de la vacuna contra el coronavirus o no está sobre la mesa, un estudio desvela la importancia de inocular todas las dosis de refuerzo en el mismo brazo.
Da igual izquierdo o derecho. No importa si es más arriba o más abajo. Lo fundamental es que sea en el mismo brazo que en el que se puso la primera. De esta manera, la respuesta de las células de memoria inmunitaria aumenta. Es decir, nuestro cuerpo recordará de manera más rápida y efectiva el antídoto inyectado y la protección frente al virus será mayor y más duradera. Así lo demuestra una investigación de la Universidad Duke de Carolina del Norte (EE.UU.), cuyos resultados se han publicado en la revista Science Immunology. "La evidencia ha sugerido que la memoria de las células B locales contribuye a las respuestas plasmocíticas locales tempranas después del desafío secundario", afirma el estudio.
La investigación se llevó a cabo en ratones, pero los responsables afirman que los resultados son perfectamente aplicables a los seres humanos. Para realizar el estudio se establecieron distintas pautas de vacunación. Un grupo recibió las dos dosis en misma pata, la derecha, mientras que otros recibieron las diferentes dosis en ambas patas.
Los resultados fueron semejantes y en ambos casos la respuesta inmunitaria fue buena, pero en el caso de los que recibieron las inyecciones en el mismo miembro fue más eficaz, puesto que las células B respondieron de manera más efectiva.
Además, un grupo recibió la misma vacuna en varias dosis, mientras que otro recibió diferentes versiones de la misma vacuna. Tras analizar los resultados, descubrieron que el segundo grupo tenía una mayor inmunización. Este caso equivaldría a las personas que en la primera dosis de la vacuna contra el covid recibieron AstraZeneca, mientras que la segunda fue de Pfizer. Aunque de primeras pueda parecer menos efectivo, lo cierto es que, según la investigación, tendría una mayor protección contra los efectos del coronavirus.
"Nuestros resultados sugieren que la memoria de las células B locales se retiene en forma de células B de memoria, células B GC y células B de fenotipo GC que son independientes de las estructuras organizadas de GC y que estas "células B preparadas" persistentes contribuyen a recordar las respuestas de GC a nivel local", concluyó el estudio.