El insomnio es un problema que afecta en España a entre el 20 y el 30 por ciento de la población, sobre todo cuando están sometidos a circunstancias que desencadenan estrés, ansiedad y depresión e impide a las personas dormir adecuadamente por las noches. Otros factores relacionados con este trastorno del sueño son el consumo de sustancias perjudiciales para el descanso, una mala rutina previa o la falta de ejercicio físico. Sin embargo, un estudio de una empresa sueca ha revelado un sencillo truco que puede vencerlo.
Según la investigación de Infinium Global Research, el truco consiste en usar una manta con peso a la hora de dormir. Al ponerlo en práctica, las posibilidades de curarse del insomnio se multiplican por 20. En la investigación participaron 120 pacientes, a los que se les repartió al azar una manta con peso o una manta ligera. Tras un mes, los que durmieron con una manta con peso mantenían mejor el sueño, estaban más activos de día y sufrían menos fatiga, depresión y ansiedad.
Posteriormente, los que tuvieron la manta con peso la mantuvieron durante 12 meses, mientras que los que tenían una manta ligera la cambiaron por una de aquellas. Los primeros mantuvieron los efectos positivos del primer mes, mientras que los segundos manifestaron una mejora respecto al mes de la prueba.
La explicación del efecto promotor del sueño es la presión de la manta aplica en diferentes puntos del cuerpo. Estimula la sensación de tacto y la sensación de músculos y articulaciones, similar a la acupresión y el masaje. La estimulación de la presión profunda aumenta la excitación parasimpática del sistema nervioso autónomo y reduce la excitación simpática, que se considera la causa del efecto calmante.
Otro estudio realizado por científicos de la Universidad de Penn State ofrecía otra solución al insomnio. El equipo de expertos posicionó como causa principal de la falta de sueño en personas que duermen seis horas o menos en lugar de las ocho recomendadas a la deshidratación y falta de consumo de agua u otros fluidos líquidos. Así que hidratarse bien durante todo el día puede ser muy efectivo para lograr conciliar el sueño.
Más consejos que siempre se han recetado para combatir el sueño son el intentar mantener un horario continuo, ya que si el cuerpo se acostumbra a dormir a una determinada hora, llegado el momento descansará. Desconectar mentalmente de lo sucedido a lo largo del día es también importante. Una ducha relajante, un poco de lectura antes de acostarse o apagar el móvil pueden ayudar. No tomar ni café ni bebidas estimulantes horas antes del sueño es recomendable, y airear bien la habitación ayuda al proceso de relajación.
No es aconsejable tomar medicamentos para lograr el descanso, pues a la larga se necesitan de mayores dosis para conseguir los mismos efectos. Se puede recurrir al uso de plantas medicinales como la manzanilla, la valeriana, o infusiones mixtas. Además, el simple hecho de respirar lentamente y concentrarte en el aire inspirado y expirado puede ser de gran ayuda.