El uso de ibuprofeno como tratamiento para bajar la fiebre y disminuir el dolor corporal en pacientes positivos de coronavirus han desconcertado tanto a los afectados como a los profesionales sanitarios durante los últimos meses. La Organización Mundial de la Salud, OMS, desaconsejó al inicio de la pandemia el uso de este medicamento para tratar la COVID-19. Sin embargo, un estudio realizado por investigadores de Argentina asegura que este remedio ha revertido casos graves de la enfermedad.
Según recoge Infobae, más de 80 pacientes entre Córdoba, Buenos Aires y Jujuy han recibido un tratamiento de ibuprofeno inhalado, como medicamento experimental por uso compasivo y, en algunos casos, han mostrado mejoría. "Los pacientes con disnea, hipoxemia, con enfermedad moderada a severa y con comorbilidades de todo tipo experimentaron una mejoría inmediata de los síntomas", señaló Alexis Doreski, médico especialista en medicina interna, neumonólogo e investigador clínico, en relación a los primeros resultados. El estudio, en Fase 2, espera su aprobación en la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat).
"Observamos que las personas mejoran absolutamente la disnea, disminuye la frecuencia respiratoria, hay un aumento en la saturación muy marcado en algunos pacientes, tan amplio que pensamos en un efecto llamado redistribución de flujo", añadió el experto a cargo del proyecto. El producto, ibuprofeno inhalado, consiste en una solución de ibuprofenato sódico que, al someterlo al sistema de nebulización, genera viricida que mata al SARS-CoV-2.
La acción terapéutica es antiinflamatoria, bactericida así como viricida, y está destinada al potencial tratamiento de afecciones pulmonares, entre ellas el coronavirus causante de COVID-19. Un tratamiento completamente innovador.
Los científicos de la provincia de Córdoba, Argentina, lograron revertir casos de coronavirus a base de ibuprofeno modificado (producto para realizar nebulizaciones) cuando la mayoría del mundo científico se mantenía firme en la afirmación de que no era recomendable el uso de ibuprofeno para tratar coronavirus. El ministro de Salud de Francia, Olivier Véran, señaló que la toma de antiinflamatorios como el ibuprofeno y la cortisona podrían ser un factor agravante en la infección -del SARS-CoV-2-. No obstante, los expertos lo aclaran, la automedicación nunca debe ser una opción, y menos aun ante esta pandemia.
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, AEMPS, señaló en abril que no existían datos que permitieran afirmar un agravamiento de la infección de coronavirus con el ibuprofeno. Además, la Agencia Europea de Medicamentos, EMA, confirmó el mismo mes que no había evidencia científica que estableciera un vínculo "entre el ibuprofeno y el empeoramiento de COVID-19".
"Al comenzar el tratamiento para la fiebre o el dolor en COVID-19, los pacientes y los profesionales de la salud, deben considerar todas las opciones de tratamiento disponibles. Pueden continuar usando analgésicos no esteroides como el ibuprofeno según la información aprobada del producto”, precisó la entidad.
“Consiste en la nebulización de ibuprofeno sódico, una forma farmacéutica diferente de la conocida molécula de ibuprofeno. Si bien la molécula sigue siendo ibuprofeno, está vehiculizado de otra manera en forma de sal. Es importante que la gente sepa que no debe usar el ibuprofeno que consigue en las farmacias para nebulizar, ya que no es lo mismo. Se utiliza esta solución en forma de nebulización, logrando alcanzar la vía aérea pequeña con partículas muy pequeñas y se administra con un sistema de Helmet o casco con extracción de flujo a través de filtros, generando presión negativa en su interior mientras el paciente se nebuliza”, comentó Doreski, que lidera el proyecto junto al investigador del Conicet y del Ceprocor Dante Beltramo.
"La mejoría contundente subjetiva de los síntomas se repite en todos los pacientes. Con respecto a los parámetros medibles, hay una evidente mejoría objetiva, evidenciada por frecuencia respiratoria, frecuencia cardíaca, saturación de oxígeno ambiente o con oxígeno a diferentes flujos, coloración de piel, mucosas y lecho ungueal, que pasan de evidenciar cianosis por la tonalidad azulada a mostrar un cambio rotundo hacia la normalidad", explicó
"Los pacientes con disnea, hipoxemia, con enfermedad moderada a severa y con comorbilidades de todo tipo experimentaron una mejoría inmediata de los síntomas. En pacientes leves el efecto fue la negativización temprana. En pacientes moderados y severos antes de entrar en asistencia respiratoria mecánica el efecto es muy marcado y muy contundente. Se produce una mejoría muy evidente de la sintomatología y de los parámetros medibles”, destacó.
"A la luz de la evidencia actual y a partir de lo expuesto se enfatiza la importancia de evitar con drogas antiinflamatorias la progresión hacia el síndrome inflamatorio multisistémico activado por COVID-19", aseguró el experto.
"Para implementarse masivamente se necesita un estudio clínico aleatorizado para probar ante la autoridad de medicamentos y ante la comunidad científica el efecto beneficioso de manera inequívoca e irrevocable. Otra manera de usarlo masivamente sería la implementación de una política desde el Ministerio de Salud similar a la que la provincia de Córdoba, adelantada al resto de la Argentina, emitió en abril, llamada “uso compasivo ampliado”", apostiló.
Según el investigador, el uso compasivo de un fármaco en Argentina se encuentra solamente en la Anmat, en su disposición 10401 de 2016, "en la que supone únicamente la importación de un medicamento registrado en otro país y no en la Argentina para tratar una patología que no tiene tratamiento aquí o el que existe es deficiente". El marco jurídico internacional que legisla intervenciones no probadas en la práctica clínica es la Declaración de Helsinki de la Asociación Médica Mundial.
"El uso compasivo se usa para casos extremos, cuando está en riesgo la vida de la persona, en una pandemia, o cuando hay riesgo de discapacidad. El COVID-19 puede dejar secuelas pulmonares muy severas en los casos en que no mata al paciente”, concluyó el experto.