El Grupo Parlamentario Socialista ha presentado una Proposición no de Ley sobre el abordaje de la prevención y tratamiento del tabaquismo que contempla medidas como la financiación de los medicamentos para la quitar el hábito del tabaco en el ámbito del Sistema Nacional de Salud (SNS). La ministra de Sanidad ya anunció este fin de semana la prescripción de la vareniclina (registrado con el nombre Champix, de Pfizer), un fármaco para ayudar a dejar de fumar, que irá acompañada de consejos y pautas para los fumadores por parte de los profesionales sanitarios de Atención Primaria. Desde Sanidad se señala que este fármaco "ha demostrado que ayuda y por eso vamos a incorporarlo a la cartera común de prestaciones del SNS".

Los socialistas pretenden "facilitar el acceso de la población fumadora a servicios sanitarios entrenados en el abordaje del consumo de tabaco y en el tratamiento del tabaquismo", así como promover nuevas campañas de comunicación, segmentadas según perfiles de la población, "que aborden entre otras cuestiones las implicaciones que tienen para la salud las nuevas formas de consumo de tabaco y productos relacionados, concretamente de los vaporizadores, los cigarrillos electrónicos, el tabaco calentado y las pipas de agua".

El PSOE quiere más controles en la venta a menores y "reforzar el control sobre el cumplimiento de la Ley 28/2005, que garantice lo contenido respecto de las prohibiciones sobre publicidad, promoción y patrocinio del tabaco y productos y dispositivos relacionados", así como "disminuir la accesibilidad al tabaco y productos relacionados en particular para los más jóvenes y menores de edad".

Razones no faltan si miramos los datos. El tabaco provoca al año 51.870 muertes en España y es el responsable directo del 29  por ciento de las muertes por enfermedad cardiovascular y del 30  por ciento por cáncer. Además, es responsable del 80  por ciento de los casos de cáncer oral, que tiene una prevalencia de entre 1 y 5,2 casos por cada 100.000 habitantes en nuestro país. La idea de Sanidad es acabar con la idea de que consumir tabaco es lo normal y más aún consideran que es una obligación proteger a los menores frente a este. Eso sí, nadie habla de prohibirlo porque el tabaco genera una recaudación de 9.000 millones de euros, según el Comisionado para el Mercado de Tabacos.

La vareniclina reduce el efecto de la nicotina en el cerebro y la ansiedad causada por el síndrome de abstinencia. Se presenta en forma de comprimidos y la duración del tratamiento inicialmente recomendada es de 12 semanas. Tras el tratamiento un 40% de las personas que han dejado de fumar siguen sin hacerlo, según la Asociación Española contra el cáncer y la web medlineplus.gov que detalla de forma exhaustiva las características y efectos secundarios de la vareniclina. Estas son algunas de las claves:

La presentación de la vareniclina es en tableta para administrarse por vía oral. Usualmente se toma una vez al día, pero también se puede prescribir dos veces al día, por la mañana y por la noche. Es recomendable tomarla a la misma hora todos los días.

Puede establecer una fecha para dejar de fumar y comenzar a tomar vareniclina una semana antes de esa fecha o se puede continuar fumando durante esa primera semana del tratamiento de vareniclina. Se puede también dejar de fumar entre 8 y 35 días después de iniciado el tratamiento.

De hecho puede establecer un plannig: Las semanas de uno a cuatro, debe tratar de fumar solamente la mitad del número normal de cigarrillos que fumaba al día. Para las semanas 5–8, debe tratar de fumar solamente una cuarta parte de la cantidad diaria inicial de cigarrillos. Para las semanas 9–12, debe continuar intentando fumar menos cigarrillos cada día hasta que ya no fume en absoluto. Trate de dejarlo por completo para finales de la doceava semana o antes si se siente preparado.

La vareniclina no tiene efectos inmediatos. Pueden pasar varias semanas hasta que el paciente sienta sus efectos. Es posible que recaiga y fume durante su tratamiento. Si esto sucede, aún podría dejar de fumar. Continúe tomando vareniclina y trate de no fumar. Debe saber que la vareniclina podría causarle somnolencia, mareos, pérdida de la conciencia o dificultad para concentrarse y puede cambiar el estado de ánimo. En estudios clínicos, las personas que toman vareniclina tenían más probabilidades, que las personas que no la toman, de sufrir un ataque cardiaco, un derrame cerebral u otros problemas graves del corazón o de los vasos sanguíneos. Sin embargo, las personas que fuman también tienen mayor riesgo de desarrollar estos problemas. Se recomienda mantener este medicamento en su envase original, cerrado herméticamente y fuera del alcance de los niños. Hay que mantenerlo a temperatura ambiente y lejos del exceso del calor y de la humedad por lo que no es recomendable dejarlo en el baño.