La gripe, en todas sus variedades y facetas, es una de esas enfermedades a las que inevitablemente nos exponemos constantemente, especialmente cuando llegan los meses de frío. Sus síntomas son bien conocidos por todos y es más que probable que todos hayamos pasado por ella alguna vez en la vida. Sin embargo, no está de más tener claro qué la provoca, cómo tratarla y de qué manera identificar si nos encontramos efectivamente ante una gripe o ante otra enfermedad de efecto similar. ¿Cuáles son los tipos de gripe y cuáles son sus síntomas y tratamiento?
Tal y como recuerda la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), la gripe o influenza es una infección causada por un virus que provoca en quien fiebre en quien la padece (temperatura superior a 37.8 ºC), así como tos, dolores musculares en todo el cuerpo y otros síntomas como malestar general, dolor de garganta o mucosidad nasal.
Además, existen distintos tipos de gripe (A, B y C), a lo que se suma otra distinción: gripe estacional (es decir, la que se genera en los meses de invierno) y gripes pandémicas (por ejemplo, la H1N1 de 2009-2010 o 'gripe porcina'). En este segundo caso, las pandemia de gripe se producen cuando se contagia una nueva cepa del virus de la gripe entre muchas personas de diferentes partes del mundo.
Un factor clave para evitar el contagio es la vacunación, que este 2020 se ha disparado un 55 por ciento con respecto a 2019 debido a la pandemia por coronavirus. Además, se pueden tomar medidas sencillas para evitar enfermar:
En cuanto a la vacunación, SEMI recuerda que el mejor momento del año para recibir esta vacuna es "justo antes de que comience el invierno”, en el mes de octubre. Eso sí, hay que tener en cuenta que esta vacuna es más eficaz en algunos años que en otros, dado que es imposible predecir cómo cambiará el virus de la gripe de un año a otro.
Si te has contagiado y estás pasando por una gripe, debes saber que el tratamiento de la gripe consiste básicamente en tratar los síntomas, descansar y tomar mucho líquido. El paracetamol suele ser el medicamento más recomendado para controlar la fiebre y el dolor. Si los síntomas empeoran (dificultad para respirar o falta de aire, dolor o presión en el pecho, vómitos intensos,…) o existe alguna patología crónica debilitante, es recomendable consultar al médico. Además, cabe recordar que la gripe es causada por un virus y que, por tanto, los antibióticos no sirven para tratarla.
Lo normal será curarse pasados unos días y no presentar secuelas. Sin embargo, en el caso de pacientes crónicos, la gripe puede llegar a ser peligrosa. En estos casos es necesario extremar la precaución, consultar a un médico ante cualquier complicación y, sobre todo, prevenir cualquier tipo de contagio.