El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha puesto fecha a la vacuna en España: seis meses, casualmente coincidiendo con el fin del estado de alarma que implementó el Ejecutivo central hace dos semanas. No es el primer anuncio de fecha que hemos escuchado. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, defendió que llegarían entre finales de año y principios de 2021. Hace solo dos meses señaló que en diciembre llegarían alrededor de 3 millones de vacunas de AstraZeneca, aunque no descartaba que fuera en enero. La OMS habla de vacunaciones masivas a mediados del próximo año como muy pronto.
Con la segunda ola golpeando fuerte en el mundo, la carrera por encontrar una vacuna se ha convertido en el objetivo sanitario prioritario, también geopolítico. Para la autorización de estas vacunas es clave que se determine la eficacia y la duración de su protección. "En cuanto a la eficacia, la protección debería ser por encima del 80 por ciento, pero la duración de su protección, sin embargo, seguirá siendo incierta durante varios años", explica la revista médica The Lancet.
La cantidad de vacuna que necesita un país determinado año tras año para crear inmunidad colectiva para bloquear la transmisión del SARS-CoV-2, y cuánto tiempo llevará esto, "requiere cálculos con supuestos claramente definidos", explica la revista. "La entrega de vacunas probablemente aumentará sólo gradualmente a medida que las capacidades de fabricación se desarrollen entre 12 y 24 meses después de la licencia de una vacuna Covid-19. Como tal, el impacto de la vacunación en la transmisión del SARS-CoV-2 comenzará lentamente y se acumulará en unos pocos años para alcanzar los niveles de cobertura objetivo", explica el artículo.
(Impacto de la eficacia de la vacuna y la duración de la protección sobre qué porcentaje de la población debe vacunarse en el primer año (A) y cuándo el sistema se acerca al equilibrio en 2-3 años con la vacunación continua (B))
La evidencia preliminar de la publicación explica una disminución de los anticuerpos en aquellos que se han recuperado de la infección por SARS-CoV-2, pero los anticuerpos son solo una parte de la respuesta inmune humana y la inmunidad adquirida a la reinfección o la prevención de enfermedades cuando se reinfectan. Los datos sobre la inmunidad a otros coronavirus sugieren que la inmunidad al SARS-CoV-2 podría ser de corta duración, quizás de 12 a 18 meses. En la actualidad, se desconoce si una infección pasada evitará el coronavirus grave al volver a exponerse al SARS-CoV-2.
La publicación señala que actualmente hay 45 vacunas candidatas que se encuentran en ensayos clínicos en humanos, diez de ellas se encuentran en ensayos de fase 3, con expectativas de que algunos resultados puedan ser anunciados antes de finales de 2020. Si los resultados de los ensayos de fase 3 son satisfactorios, no se esperará la distribución a gran escala de las vacunas Covid-19 hasta mediados o finales de 2021.
The Lancet explica que la cantidad de vacuna requerida para una población definida dependerá de la evidencia de los ensayos de la vacuna de fase 3 sobre la eficacia y lo que se pueda suponer sobre la duración promedio de la protección de la vacuna. "Los ensayos de fase 3 nos informarán sobre la eficacia y la seguridad, pero los ensayos de fase 4 bien diseñados son esenciales en función de un gran número de personas vacunadas y un seguimiento a lo largo del tiempo", argumenta el artículo. En cuanto a los grupos que antes pueden recibir la vacuna, el personal de atención de la salud de primera línea, los que trabajan en los servicios esenciales, o los que tienen más riesgo de mortalidad.