Al comenzar el 2020, ninguna de las parejas para las que éste iba a ser el año de su boda imaginaba que su enlace tendría que ser cancelado por la llegada de una pandemia mundial que iba a paralizar a la civilización durante meses, pero así ha sido. Exactamente eso le ocurrió a Andrea Alegre, una enfermera nacida en Andorra de Teruel que se trasladó a Barcelona en el año 2012 para trabajar en el área de Urgencias del Hospital Clínic de Barcelona.
Precisamente, este hospital ha sido el gran epicentro del tratamiento del coronavirus en Barcelona (de hecho, ella se contagió y estuvo 20 días en cuarentena), una de las ciudades, junto con Madrid, donde los sanitarios han tenido que enfrentarse a durísimas situaciones, dado el alto nivel de contagios. Para Andrea ha sido difícil, no sólo a nivel laboral, también personal, pues tenía previsto casarse con su novio, Pablo, el 9 de mayo, pero la crisis del COVID les dejó sin el gran día que tanto habían preparado.
Esa noche, Andrea fue a trabajar “triste”, según confiesa en el diario ‘Heraldo’ de Aragón, aunque con cierto consuelo porque llovía y “eso hubiera estropeado la boda”. Pretendía no pensar en que hubiera sido un día muy especial, pero sus compañeros del hospital le habían preparado una sorpresa que nunca podrá olvidar.
Entre todos, la llamaron y le hicieron un pasillo que llevaba hasta unas cortinas, tras las que había un traje de novia hecho con material sanitario, con velo incluido y todo. Andrea, que lloró de emoción, se lo puso y todos los presentes le cantaron y tiraron pétalos de rosa en un área privada del hospital donde, aunque no estuviera presente el novio, Andrea sí celebró su boda. Cuando la crisis del coronavirus pase, podrá vivir la de verdad pero, de momento, este bonito regalo le ha “devuelto la ilusión” de reorganizar su ceremonia.
Numerosas bodas han sido trasladadas al año 2021, si bien las provincias o unidades que ya se encuentran en fase 2, pueden comenzar a celebrar enlaces con aforos y limitaciones de invitados. Para Andrea, la cancelación "ha supuesto un estrés" y, en su caso, disfrutarán de ese momento cuando las condiciones se lo permitan y puedan celebrar un evento bonito y, sobre todo, relajado.