Las relaciones sociales son difíciles de entender, pero en el entorno amoroso todavía más. Hemos sido educados bajo la creencia de que un buen día el príncipe azul (o la princesa… ¿rosa?) nos daría un beso mágico y nos amaríamos incondicionalmente hasta el fin de los tiempos. Como historia de ficción ya deja mucho que desear, pero llevada a la práctica esta premisa se queda muy corta.
Para empezar, existe un amplio abanico de relaciones y formas de entender el amor más allá de la monogamia. El poliamor, la anarquía relacional, las relaciones abiertas, la asexualidad y un largo etcétera, son alternativas tan sanas como una pareja de dos, y afortunadamente cada vez están adquiriendo más visibilidad. Sin embargo, hoy vamos a hablar de la ya manida relación monógama y de uno de sus mayores mitos: ¿puedes sentirte atraído por alguien que no es tu pareja?
Para hacer un trabajo de campo, en Yasss hemos pedido a varios veinteañeros que respondan esta pregunta. Todos ellos tienen una relación monógama actualmente y, tal y como afirman, saludable, feliz y esperan que duradera.
Manuel, de 25 años, afirma que “está mejor visto decir que alguien es atractivo a decir que te atrae, cuando en realidad es lo mismo”. Respecto a la gran pregunta, tiene claro que él se siente atraído por otras personas. “Mi novio es genial y espero estar con él toda mi vida, pero para conseguir eso tengo que ser sincero y admitir que hay más gente que me atrae. Otra cosa es que le fuese a poner los cuernos con ellos, cosa que entra en mis planes”.
Sara, de 23 años, afirma rotundamente que no. “Si te pone otra persona es que algo va mal en tu relación. Yo llevo con mi novio dos años y jamás se me ha pasado por la cabeza enrollarme con otro. Es que ni lo pienso”, comparte.
Para Esther, de 26 años, esta pregunta ha removido ciertos conflictos internos. “El otro día lo hablaba con una amiga. La verdad es que me ponen otras personas, y no sé si eso significa que ya no quiero a mi novio”.
Eduardo, de 22 años, rompe una lanza a favor de la atracción libre. “Yo creo que la atracción es independiente del amor. No puedes arrancarte los ojos, siempre habrá gente que te atraiga físicamente o por su personalidad. Lo importante es no ir más allá”, reflexiona.
“Es un poco hipócrita lo que voy a decir, pero yo si me he sentido atraído por otras chicas que no son mi pareja. Pero si me enterase de que mi novia se ha sentido igual, me pondría celoso”, reconoce Óscar, de 28 años.
Raquel, de 25 años, tiene claro que la excitación física es incontrolable. “Hay actores que yo los veo y me dan bajadas de tensión. Joder, si en el mundo hay miles de millones de tíos, ¿cómo no voy a sentirme atraída por alguno? Tengo novio, pero no soy monja ni ciega”, bromea.
Adrián, de 21 años, espera no sentirse atraído nunca por alguien que no sea su novia. “Yo creo que cuando estás enamorado, solo tienes ojos para tu pareja. Si en algún momento me pone otra chica, significará que ya no siento lo mismo”.
“No entiendo a la gente que dice que no le atraen más personas que su pareja. ¿No ven porno? Es como cuando pasa una chica guapísima y tu novia te pregunta si te parece atractiva. Pues obviamente sí, y mentir en esas cosas me parece de tóxicos”, comenta Hugo, de 27 años.
Francisco Javier, de 21 años, ha hablado de este tema con su pareja. “Mi novia y yo somos sinceros y los dos nos contamos cuando alguien nos parece atractivo. No tiene nada de malo”.
Inma, de 27 años, tuvo una mala experiencia en el pasado. “Cuando estaba con mi ex me sentía atraída por otros nivel que por las noches fantaseaba. No era a nivel sexual, sino más amplio. Tipo que tenía una relación con otros chicos y era superfeliz. Al final lo dejamos y desde que estoy con mi novio actual nunca me han puesto otros”.
El amor es un sentimiento muy complejo que abarca la confianza, la intimidad, cierto compromiso y una fuerte necesidad de afiliación con la otra persona. Pero ojo, porque no amamos a una persona en exclusiva. También experimentamos este sentimiento hacia nuestros padres, hermanos, abuelos, amigos muy cercanos y, por supuesto, parejas sentimentales.
En el caso del amor romántico o afectivo-sexual, hay personas que solo son capaces de vincularse con una única persona (es decir, son monógamas), y otras que sienten amor hacia varias parejas.
En la otra cara de la moneda, tenemos la atracción, que es la capacidad que tiene una persona de despertar en nosotros interés. Este interés puede ser:
Como acabamos de ver, la atracción no siempre va ligada a lo amoroso, así que el hecho de que te excite física, sexual, emocional o intelectualmente otra persona no debe preocuparte.
Por mucho que te guste la pizza, no puedes sobrevivir alimentándote a base de ella todos los días de la semana. Necesitas más alimentos. Algunos te gustarán, otros no tanto pero te aportarán nutrientes, y en ocasiones encontrarás platos casi tan sabrosos como tu amada pizza. Obviamente, las personas no somos comida, pero con esta metáfora se ve claramente que los seres humanos necesitamos afiliación. Disfrutamos socializando y conociendo a gente nueva.
Si conoces a alguien que te atrae, pregúntate qué es lo que te genera tanto interés en vez de sentirte culpable. Incluso puede surgir una amistad, y eso no tiene nada de malo. ¡Hay vida más allá de la pareja! Enriquecer tu círculo social puede mejorar una relación monógama, ya que estarás con tu pareja porque de verdad disfrutas a su lado y no por miedo a la soledad o porque no tengas otra opción.